Admirable resulta la lealtad que A. Grau muestra a la alcaldesa de Valencia en el plan de Cabanyal. Se dice que a su entorno más allegado el Sr. Grau dice que la prolongación de Blasco Ibáñez nuca se hará. Sin embargo, cuando se cuestiona la legalidad del plan, de inmediato él afirma lo contrario. Le da igual tener que decir blanco que negro, él en cada momento dice lo que a la Sra. Barbera le interesa. Pondré un ejemplo. Tras la Orden Ministerial que declaraba que el Plan del Cabanyal determinaba un acto de expolio del patrimonio, el Ayuntamiento y Consellería recurrieron, ante la Audiencia Nacional, dicha Orden. A la vez el Gobierno de Zapatero recurría ante el Constitucional el Decreto de la Generalitat que avalaba la legalidad del plan del Cabanyal y trataba de dejar sin efectos la Orden Ministerial. En ese contexto, el vicepresidente tercero del gobierno, Manuel Chaves, invitó a buscar una solución negociada al problema a lo que el Sr. Grau contesto:
« La legalidad no se negocia, se dirime en los tribunales. No podemos negociar si el Prepri es legal o ilegal. Es sí o no…no hay vuelta de hoja». (Las Provincias 24.04.2010) El titular de la información decía: “Alfonso Grau afirma que decidir si el plan es legal o ilegal no se puede negociar y dice que se dirimirá en los tribunales”.
Sin embargo, cuando los vientos anunciaban que iban a sufrir un varapalo jurídico en el recurso de inconstitucionalidad, la Generalitat pactó con el Ministerio que derogaba su Decreto y el Ministerio retiraba el recurso de inconstitucionalidad y así se evitaba que un gobierno del PP dejara en el ridículo jurídico a otro gobierno del PP. Posteriormente, cuando los mismos vientos anunciaban otro varapalo jurídico en el recurso contra la Orden Ministerial, el mismo Sr. Grau presentó una moción al pleno del Ayuntamiento para autorizar el desistimiento del recurso contra la Orden Ministerial y así que no hubiera sentencia sobre el caso. Sin embargo, a pesar que el Sr. Grau dijera “La legalidad no se negocia”, seguramente, siguiendo la voz de su ama, se calló.
El caso es que yo me crie en un ambiente rural, en el que el peor insulto que se le podía decir a un hombre es que no tenía palabra. Por lo que si todavía vivieran mi padre y abuelo, al enterarse que el Sr. Grau no había permitido que los tribunales resolvieran el conflicto jurídico referido a la Orden Ministerial y el Decretazo sobre el Cabanyal, con toda seguridad le dirían al Sr. Grau “Hem cage els homes de poca paraula”.
José Luis Ramos en CABANYAL: ALFONSO GRAU EL ESCUDERO FIEL DE BARBERÁ
El pasado 25.03.2010 el periódico de “LAS PROVINCIAS” informaba sobre el conflicto de Cabanyal bajo el título “ El Gobierno destituyó al técnico que avaló en un informe el plan del Cabanyal”. En el subtítulo se decía: “El popular Marí Olano afirma que el documento elaborado por el subsecretario de Patrimonio de Cultura niega que exista expolio. La información entre otras cosas decía: “El PP acusa al Ministerio de Cultura de ocultar el informe, que incluirán en el contencioso (…) José Marí Olano desveló en el hemiciclo que existe un informe fechado a 14 de julio de 2009 y realizado por el entonces subdirector general de Patrimonio Histórico, Luis Lafuente Batanero, «en el que dice que no existe expolio en la actuación del Cabanyal». El parlamentario del PP aseguró que este informe no se incorporó al expediente del Ministerio de Cultura”.
Además, la información decía: “Un mes y medio después de elaborar este informe, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, firmó el cese de Luis Lafuente como subdirector general de Protección del Patrimonio Artístico”.
Esa misma información fue publicada por otros periódicos. Días después un amigo (Pepero) me decía, lo que ya había informado la prensa, que el PP llevaría el tema de la no incorporación del citado informe, a los tribunales. Le dije al amigo que por esa vía el PP no tenía nada que hacer. Tanto insistió que en ese hecho se cometía el “delito de custodia de documento”, según informe jurídico que tenía el Ayuntamiento hecho por el Catedrático de derecho Santiago Muñoz Machado, que apostamos una paella. El caso es que se han cerrado todas las vías judiciales abiertas contra la exministra y el ministerio por dictar la Orden Ministerial (CUL/3631/2009) declarando que el Plan del Cabanyal-Canyamelar, determinaba el expolio y se ha confirmado la legalidad de toda actuación del Ministerio, por lo que he reclamado que me pagaran la apuesta, ya que había ganado.
La verdad es que con esa apuesta yo jugaba con ventaja. Diré las razones. Yo sabía qué no se trataba de un informe de un técnico, como decía el titular de la información de LAS PROVINCIAS, sino de un cargo político nombrado por el PP, con cargo de subdirector general de Patrimonio Histórico. Además se trata del mismo cargo público (Luis Lafuente Batanero), que dictó de fecha 29 de enero de 2001, por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la resolución declarando el archivo de la denuncia de expolio contra el PEPRI del Cabanyal Canyamelar y negando la competencia del Ministerio en materia de expolio. Como se sabe ello fue recurrido, por “Salvem el Cabanyal” dando lugar a la STSJ de Madrid de 27.09.04 y TS de 25.05.09, en las que se declara la competencia del Ministerio en materia de expolio y que de acuerdo con los datos aportados en la denuncia el Ministerio debía tramitar y resolver la denuncia de expolio presentada.
Es decir, el PP quería que el informe emitido por el mismo político que se negó a tramitar la denuncia de expolio formará parte del expediente ministerial que debía resolver, sí de acuerdo los informes técnicos aportados por “Salvem el Cabanyal” el PEPRI suponía expolio del patrimonio cultural. Ello legalmente no era posible por tres razones:
1. Porque la Ley señala a las instituciones habilitadas para emitir esa clase de informes técnicos, entre ellas no están los cargos políticos.
2. Porque por aplicación del art. 28 de la Ley 30/92 tiene el deber de abstención al tratarse de un asunto que tiene un interés personal, consistente en justificar la legalidad de la resolución que los tribunales declaran contrario a derecho.
3. Porque una de las máximas del derecho es que “nadie puede ser juez y parte”. En la medida que los informes debían servir para valorar la legalidad de la Resolución de archivo de la denuncia de expolio contra el PEPRI y negando la competencia del Ministerio en materia de expolio, dictada por el Sr. Lafuente Batanero, un informe de este señor no puede estar en ese expediente, a no ser que aceptemos que el poder puede actuar como Juan Palomo.
Cabe recordar, que Sr. Lafuente Batanero archivó la denuncia de expolio, argumentando que había pedido información a la Generalidad y Ayuntamiento de Valencia y estos habían informado que se trataba de un plan protector, no expoliador, así que no procedía tramitar la denuncia. Posteriormente, la STJ de Madrid de 27.09.04 que obligó a tramitar la denuncia recordó algo tan elemental como que a la hora de valorar la existencia de una infracción no se puede decidir tomando en consideración la opinión del infractor. Y este este caso, el infractor era él en la medida que representaba al Ministerio que tenía el deber de actual al tratarse de acto de su competencia como han confirmado las STS de 25.05.2009 y 23.07.2014.
José Luis Ramos en CABANYAL: INFORME DE LAFUENTE BATANERO JUSTIFICANDO AL EXPOLIO
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¿Qué va a pasar ahora? ¡Algo va a pasar! No puede ser que el gobierno central diga que “el proyecto de la prolongación de la avenida Blasco Ibañez de Valencia tiene que ser adaptado, para no producir expolio en el barrio del Cabañal” y que el gobierno valenciano y el ayuntamiento de valencia lo acaten sin más. Sobre todo teniendo en cuenta que cuando la justicia dio la razón a los trabajadores de RTVV y obligó al gobierno valenciano a readmitir a los trabajadores que había echado ilegalmente. Alberto Fabra dijo que si no ganaba él, aquí no ganaba ni el Tato, por sus narices. Y cerró RTVV. ¡Se acabó el juguetito!
Bueno, pues no sé cómo lo harán, pero el “molt honorable” Alberto y Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, se saldrán con la suya o romperán, otra vez, lo que creen que es otro de sus juguetes.
Es su estilo. El de la mafia y el suyo.
Rita Barberá Nolla ha sido capaz de permitir, ella solita, una importantísima degradación del barrio mientras chantajeaba a los vecinos diciéndoles que si no había avenida, no habría rehabilitación del barrio. Y lo ha cumplido durante unos largos 20 años ¡Nada mal! Además ha conseguido hacer creer a una parte de los vecinos que no es su culpa, sino que al no haber avenida, ella no puede hacer nada para rehabilitar el barrio. Y otra vez, porque estamos hablando de Valencia, ha colado. Como dicen algunos: “siempre han sido capaces de hacernos creer ‘falsos i absurds’”. Y los han creído hasta el punto de que Rita se llevó los votos, incluso del barrio afectado, con más del 50% de las papeletas en 2011.
¡Es la hora! El Consell y el ayuntamiento de valencia se reúnen el mes que viene para tratar la adaptación del plan del cabanyal a la orden ministerial de la exministra Angeles Gonzalez-Sinde, que ahora el gobierno actual toma como inevitable.
Si tuviéramos unos gobernantes normales, se podría estar celebrando que tras 15 años denunciando expolio en el plan del cabanyal, Rita Barberá, se ve obligada a retirarlo. Pero como no tenemos gobernantes normales, yo personalmente, no tengo ninguna duda de que esta adaptación tendrá tintes vengativos y nada que ver con el interés general. Apostaría la vida a que, como hizo Alberto con RTVV, si no pueden salirse con la suya, el orgullo del que es esclava Rita Barberá, la obligará a pegar el petardazo y “cerrar” El cabanyal.
Lo que Rita Barberá debe hacer, si tiene el más mínimo sentido de la responsabilidad y le importan algo los ciudadanos de Valencia (sobre todo del barrio afectado) es, en primer lugar, aceptar que ha perdido definitivamente esa terrible guerra que ha sido la del Cabañal y que la ha perdido dejando un daño colateral de droga, pobreza, suciedad, ruina, abandono del barrio, despoblación, confrontación vecinal… por el que será siempre recordada. Y en segundo lugar, debe de proponer un plan de rehabilitación conjuntamente con las asociaciones del barrio como “salvem el cabanyal” y los vecinos, en el que se respete 100% y sin ambigüedad alguna, la orden ministerial.
¿Será capaz Rita de dejar contentas a todas las partes?
Por otra parte, y por último, me gustaría también recordar a los vecinos de cabañal que sí que apoyaban la prolongación de Blasco Ibañez que, al contrario de lo que Rita ha predicado durante lustros, la rehabilitación del barrio sí es posible sin necesidad de tener que derribar 1600 viviendas y generar expolio (reconocido ahora por los gobiernos centrales tanto del PSOE como del PP).
La rehabilitación es posible sin necesidad de construir una avenida que divida el barrio en dos y que no aportaría nada más que asfalto, coches, edificios ¿vacíos?, ruido, contaminación…
Muchísima de la gente con la que he tenido la suerte de intercambiar opinión y que eran partidarios de la prolongación de la avenida, lo eran porque se les convenció de que “no hay otra alternativa” (falsos i absurds)
Vecinos del Cabanyal, exigidle a Rita, vosotros también, una rehabilitación inmediata que es lo que, creo yo, siempre os ha importado.
¡La rehabilitación es, y así ha sido siempre, la única salida!
DAMONRO¿Qué va a pasar ahora? ¡Algo va a pasar! No puede ser que el gobierno central diga que “el proyecto de la prolongación de la avenida Blasco Ibañez de Valencia tiene que ser adaptado, para no producir expolio en el barrio del Cabañal” y que el gobierno valenciano y el ayuntamiento de valencia lo acaten sin más. Sobre todo teniendo en cuenta que cuando la justicia dio la razón a los trabajadores de RTVV y obligó al gobierno valenciano a readmitir a los trabajadores que había echado ilegalmente. Alberto Fabra dijo que si no ganaba él, aquí no ganaba ni el Tato, por sus narices. Y cerró RTVV. ¡Se acabó el juguetito!
Bueno, pues no sé cómo lo harán, pero el “molt honorable” Alberto y Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, se saldrán con la suya o romperán, otra vez, lo que creen que es otro de sus juguetes.
Es su estilo. El de la mafia y el suyo.
Rita Barberá Nolla ha sido capaz de permitir, ella solita, una importantísima degradación del barrio mientras chantajeaba a los vecinos diciéndoles que si no había avenida, no habría rehabilitación del barrio. Y lo ha cumplido durante unos largos 20 años ¡Nada mal! Además ha conseguido hacer creer a una parte de los vecinos que no es su culpa, sino que al no haber avenida, ella no puede hacer nada para rehabilitar el barrio. Y otra vez, porque estamos hablando de Valencia, ha colado. Como dicen algunos: “siempre han sido capaces de hacernos creer ‘falsos i absurds’”. Y los han creído hasta el punto de que Rita se llevó los votos, incluso del barrio afectado, con más del 50% de las papeletas en 2011.
¡Es la hora! El Consell y el ayuntamiento de valencia se reúnen el mes que viene para tratar la adaptación del plan del cabanyal a la orden ministerial de la exministra Angeles Gonzalez-Sinde, que ahora el gobierno actual toma como inevitable.
Si tuviéramos unos gobernantes normales, se podría estar celebrando que tras 15 años denunciando expolio en el plan del cabanyal, Rita Barberá, se ve obligada a retirarlo. Pero como no tenemos gobernantes normales, yo personalmente, no tengo ninguna duda de que esta adaptación tendrá tintes vengativos y nada que ver con el interés general. Apostaría la vida a que, como hizo Alberto con RTVV, si no pueden salirse con la suya, el orgullo del que es esclava Rita Barberá, la obligará a pegar el petardazo y “cerrar” El cabanyal.
Lo que Rita Barberá debe hacer, si tiene el más mínimo sentido de la responsabilidad y le importan algo los ciudadanos de Valencia (sobre todo del barrio afectado) es, en primer lugar, aceptar que ha perdido definitivamente esa terrible guerra que ha sido la del Cabañal y que la ha perdido dejando un daño colateral de droga, pobreza, suciedad, ruina, abandono del barrio, despoblación, confrontación vecinal… por el que será siempre recordada. Y en segundo lugar, debe de proponer un plan de rehabilitación conjuntamente con las asociaciones del barrio como “salvem el cabanyal” y los vecinos, en el que se respete 100% y sin ambigüedad alguna, la orden ministerial.
¿Será capaz Rita de dejar contentas a todas las partes?
Por otra parte, y por último, me gustaría también recordar a los vecinos de cabañal que sí que apoyaban la prolongación de Blasco Ibañez que, al contrario de lo que Rita ha predicado durante lustros, la rehabilitación del barrio sí es posible sin necesidad de tener que derribar 1600 viviendas y generar expolio (reconocido ahora por los gobiernos centrales tanto del PSOE como del PP).
La rehabilitación es posible sin necesidad de construir una avenida que divida el barrio en dos y que no aportaría nada más que asfalto, coches, edificios ¿vacíos?, ruido, contaminación…
Muchísima de la gente con la que he tenido la suerte de intercambiar opinión y que eran partidarios de la prolongación de la avenida, lo eran porque se les convenció de que “no hay otra alternativa” (falsos i absurds)
Vecinos del Cabanyal, exigidle a Rita, vosotros también, una rehabilitación inmediata que es lo que, creo yo, siempre os ha importado.
¡La rehabilitación es, y así ha sido siempre, la única salida!
Poema de Olga Lucas
LOS OTROS
La guerra del barrio no la empezaron ellos, ni ellas
ellos, pescadores, comerciantes, obreros
ellas costureras, dependientas, amas de casa y trabajadoras
No vivían felices ni comían perdices
simplemente vivían
vivían en sus casas, paseaban, gozaban en sus calles
calles tranquilas, limpias, calles amigas
el juego de la pelota
el barrio con su sabor a mar,
la señora Lola, la vida de siempre
y las casas, sus casas.
Fueron los otros,
los siempre dispuestos a limpiar después de cada guerra
los que destruyen casas modernistas
y levantan bloques de hormigón
los que derriban viviendas y construyen avenidas,
en suma, los del dinero y el poder
los vándalos legalizados,
los otros, los otros declararon la guerra,
Ellos se defienden
nosotros apoyamos
ellos vencerán, ellas también
Poema de Olga Lucas
LOS OTROS
La guerra del barrio no la empezaron ellos, ni ellas
ellos, pescadores, comerciantes, obreros
ellas costureras, dependientas, amas de casa y trabajadoras
No vivían felices ni comían perdices
simplemente vivían
vivían en sus casas, paseaban, gozaban en sus calles
calles tranquilas, limpias, calles amigas
el juego de la pelota
el barrio con su sabor a mar,
la señora Lola, la vida de siempre
y las casas, sus casas.
Fueron los otros,
los siempre dispuestos a limpiar después de cada guerra
los que destruyen casas modernistas
y levantan bloques de hormigón
los que derriban viviendas y construyen avenidas,
en suma, los del dinero y el poder
los vándalos legalizados,
los otros, los otros declararon la guerra,
Ellos se defienden
nosotros apoyamos
ellos vencerán, ellas también
Sra. Alcaldesa, su empecinamiento con el proyecto de prolongación de la Avenida de Blasco Ibáñez se ha traducido en los últimos años, en el mejor de los supuestos, en una inaudita dejación de sus obligaciones al abandonar a su suerte el barrio del Cabanyal. Obligaciones por las que, recuérdelo, le pagamos. Lleva usted quince años sometiéndolo a un asedio brutal que ha provocado su actual deterioro, algo que debería tener, en mi opinión, una responsabilidad más allá de la estrictamente política. Y lo que es más grave si entendemos que a la primera autoridad municipal se le debería suponer lucidez estratégica en el modelo de ciudad: usted o bien ignora o bien desprecia el valor actual y la potencialidad de futuro del barrio sin necesidad de la alteración radical que propone en su morfología y en su funcionalidad. No sé qué es peor, si su ignorancia o su desprecio. Todo esto, insisto, partiendo de los supuestos más benevolentes.
Cada vez resulta más difícil, Sra. Alcaldesa, entender su terquedad, su intransigencia, su nerviosismo, su ansiedad por ver colmada su obra a costa de lo que autoridades en la materia, que saben al respecto bastante más que usted y que yo, han calificado como expolio del patrimonio histórico del Cabanyal. Y además estoy convencido de que finalmente se trataría de una avenida anodina e insustancial, como ya lo es arquitectónicamente en lo que fue su primera prolongación desde el cruce con la Calle Cardenal Benlloch hasta la estación del Cabanyal.
Ahora el Gobierno de España, dirigido por su mismo partido, le ha dado un nuevo disgusto que usted, bordeando el ridículo, ha pretendido vender como una victoria, cuando le obliga a respetar la Orden Ministerial que le impidió expoliar el patrimonio del barrio.
Y usted, al menos de momento, como si oye llover. ¿Pero es que todavía no ha visto que ya no cuenta con la inversión privada para desarrollar su proyecto de prolongación de Blasco Ibáñez?. ¿Es que no entiende que esos inversores, si los hay en estos momentos, no pueden apostar por un proyecto estancado y que es permanente fuente de conflicto?. ¿Es que no ve que en el terreno de la inversión no suele haber patriotismo que valga, que la inversión se va a otros sitios mientras su proyecto no sea rentable?. ¿Es que no comprende que sin inversores su proyecto es papel mojado?
En el caso de la inversión privada lo dicho resulta obvio, pero respecto a sus compañeros de partido solo puedo hacer suposiciones. Aún así, me da la impresión de que muchos respirarían aliviados si usted da marcha atrás en este proyecto. Eso sí, salvando la honra, ya que no las naves. Ya lo verá usted cuando definitivamente se abandone el proyecto de la prolongación de Blasco Ibáñez. Entonces, salvo usted y muy pocas personas que públicamente han tenido que mojarse en exceso, nadie de su partido reconocerá haber tenido algo que ver con su proyecto o haberlo apoyado. Todos simplemente pasaban por allí o incluso, no se extrañe, dirán que ya decían ellos que se debía ser más flexible. ¿Es que no ve que va a estar cada día más sola cuando los suyos vayan soltando lastre?
En cuanto a los vecinos, la contestación a su proyecto sigue en pie pese al paso de los años. Y no vale contar como apoyos a su proyecto a las personas que ante las durísimas condiciones de deterioro del barrio, condiciones que han sido provocadas por usted y su gobierno municipal, optan por preferir cualquier actuación antes que seguir así. Esta contestación vecinal en defensa del barrio y de su patrimonio histórico, contra la destrucción de su trama urbana, ha recibido todo tipo de reconocimientos públicos desde el ámbito científico. ¿Me puede decir qué entidades o expertos en estos temas han avalado su proyecto?. Es que en este país, y usted es una demostración más, la derecha ha sido secularmente reacia a la ciencia. Por otro lado, además del reconocimiento científico está el social. Los vecinos están reivindicando de manera admirable su espacio y su historia. Algo que comprendo que no se entienda desde su perspectiva, por que el espacio y la historia no tienen traducción contable directa.
Y por si todo esto era poco, los vaticinios para las elecciones de 2015 no le son propicios. Queda año y medio aproximadamente. Un plazo muy corto para que usted inicie de modo palpable este proyecto de prolongación. Quiero decir de modo palpable en el sentido positivo, por supuesto: que se vea que el proyecto avanza sin pasar por un previo hundimiento y marginalización del barrio. Con respecto a esto, espero, y no las tengo todas conmigo, que si se produjera en 2015 ese cambio en la relación de fuerzas políticas, el nuevo gobierno municipal fuera consciente de que la ciudad de Valencia tiene una deuda con El Cabanyal, una deuda que debería saldar con prioridad absoluta en materia de inversiones sin dilaciones ni excusas de tipo alguno.
Se le está agotando el tiempo, Sra. Alcaldesa, y además se le nota. Ya hace mucho que perdió las más elementales formas democráticas e incluso las de educación. Está usted perdiendo mucha energía en su batalla. Porque esta cuestión es eso: su batalla. ¿Me puede decir con qué cuenta a favor para seguir con esta obsesión?. Y no me diga los votos porque en su programa electoral nunca han propuesto destrozar salvajemente el barrio, su espacio público, su desarrollo económico y su convivencia, tal como están haciendo bajo su dirección.
Y si lo que ocurre, como me temo, es que ya se trata de una cuestión de honor, si su vida política no puede acabar con esta renuncia, si considera que esto sería una humillación, deje paso a otra persona. Pero que no sea su pregonero, claro. Una persona que pueda hacerle el favor de retirar ese proyecto inviable y sin sentido.
Como buena alcaldesa usted recordará que en un pasado relativamente reciente y al amparo de un régimen de dictadura, se proyectaron diferentes iniciativas que conjugaban la vanidad con la avaricia de sus promotores públicos y privados. Recordará que se quiso que el trazado de la Avenida del Oeste se iniciara en la Plaza de San Agustín y pasara por encima del Barrio de El Carme hasta llegar al río, en un anticipo muy similar a lo que hoy pretende usted en El Cabanyal: hicieron un destrozo importante pero tuvieron que detenerse a la altura del Mercado Central y hoy El Carme es un barrio vivo. Recordará que se pretendió urbanizar el Saler, lo que hubiera supuesto una de las mayores barbaridades medioambientales: no se pudo evitar que crecieran unas cuantas torres, pero se paró a tiempo el proyecto y hoy es una referencia imprescindible ligada a la ciudad. Recordará que, en el colmo de los delirios, se llegó a plantear la idea de convertir el viejo cauce del río en una vía rápida de circulación: hoy es la mayor zona verde de la ciudad y probablemente una de las inversiones más sensatas y más rentabilizadas por el uso ciudadano que tiene. Enmarque en estos tres hitos históricos su proyecto de prolongación de Blasco Ibáñez y de destrucción del Cabanyal. Y adivine el resultado que veremos en las futuras crónicas de la ciudad.
No se preocupe, la retirada de su proyecto no impedirá su acceso a nuestra playa y al mar. Seguirá siendo posible que usted llegue a él en metro, en autobús, en tranvía, en bicicleta, andando, o en su coche oficial. Lo podrá hacer por la Avenida del Puerto, por la de Tarongers, desde Natzaret, por la calle del Mediterráneo o por cualquier otra travesía del Cabanyal. Si lo desea incluso puede venir en barco, como lo hacen los cruceristas a lo largo de todo el año y los mismísimos reyes magos cada 5 de enero por la tarde.
Usted olvídelo. No va a tener su estatua ecuestre en la rotonda final de la prolongación de la Avenida de Blasco Ibáñez con el Paseo Marítimo. Y deje también de pleitear con cargo al contribuyente. Recurra usted tirando de sus ahorros y pagando de su bolsillo sus servicios jurídicos y sus tasas de acceso a los tribunales.
Déjelo ya, Sra. Alcaldesa, déjelo ya. Hágame caso.
El Cabanyal, 3 de noviembre de 2013
Eduardo Pascual BuyéSra. Alcaldesa, su empecinamiento con el proyecto de prolongación de la Avenida de Blasco Ibáñez se ha traducido en los últimos años, en el mejor de los supuestos, en una inaudita dejación de sus obligaciones al abandonar a su suerte el barrio del Cabanyal. Obligaciones por las que, recuérdelo, le pagamos. Lleva usted quince años sometiéndolo a un asedio brutal que ha provocado su actual deterioro, algo que debería tener, en mi opinión, una responsabilidad más allá de la estrictamente política. Y lo que es más grave si entendemos que a la primera autoridad municipal se le debería suponer lucidez estratégica en el modelo de ciudad: usted o bien ignora o bien desprecia el valor actual y la potencialidad de futuro del barrio sin necesidad de la alteración radical que propone en su morfología y en su funcionalidad. No sé qué es peor, si su ignorancia o su desprecio. Todo esto, insisto, partiendo de los supuestos más benevolentes.
Cada vez resulta más difícil, Sra. Alcaldesa, entender su terquedad, su intransigencia, su nerviosismo, su ansiedad por ver colmada su obra a costa de lo que autoridades en la materia, que saben al respecto bastante más que usted y que yo, han calificado como expolio del patrimonio histórico del Cabanyal. Y además estoy convencido de que finalmente se trataría de una avenida anodina e insustancial, como ya lo es arquitectónicamente en lo que fue su primera prolongación desde el cruce con la Calle Cardenal Benlloch hasta la estación del Cabanyal.
Ahora el Gobierno de España, dirigido por su mismo partido, le ha dado un nuevo disgusto que usted, bordeando el ridículo, ha pretendido vender como una victoria, cuando le obliga a respetar la Orden Ministerial que le impidió expoliar el patrimonio del barrio.
Y usted, al menos de momento, como si oye llover. ¿Pero es que todavía no ha visto que ya no cuenta con la inversión privada para desarrollar su proyecto de prolongación de Blasco Ibáñez?. ¿Es que no entiende que esos inversores, si los hay en estos momentos, no pueden apostar por un proyecto estancado y que es permanente fuente de conflicto?. ¿Es que no ve que en el terreno de la inversión no suele haber patriotismo que valga, que la inversión se va a otros sitios mientras su proyecto no sea rentable?. ¿Es que no comprende que sin inversores su proyecto es papel mojado?
En el caso de la inversión privada lo dicho resulta obvio, pero respecto a sus compañeros de partido solo puedo hacer suposiciones. Aún así, me da la impresión de que muchos respirarían aliviados si usted da marcha atrás en este proyecto. Eso sí, salvando la honra, ya que no las naves. Ya lo verá usted cuando definitivamente se abandone el proyecto de la prolongación de Blasco Ibáñez. Entonces, salvo usted y muy pocas personas que públicamente han tenido que mojarse en exceso, nadie de su partido reconocerá haber tenido algo que ver con su proyecto o haberlo apoyado. Todos simplemente pasaban por allí o incluso, no se extrañe, dirán que ya decían ellos que se debía ser más flexible. ¿Es que no ve que va a estar cada día más sola cuando los suyos vayan soltando lastre?
En cuanto a los vecinos, la contestación a su proyecto sigue en pie pese al paso de los años. Y no vale contar como apoyos a su proyecto a las personas que ante las durísimas condiciones de deterioro del barrio, condiciones que han sido provocadas por usted y su gobierno municipal, optan por preferir cualquier actuación antes que seguir así. Esta contestación vecinal en defensa del barrio y de su patrimonio histórico, contra la destrucción de su trama urbana, ha recibido todo tipo de reconocimientos públicos desde el ámbito científico. ¿Me puede decir qué entidades o expertos en estos temas han avalado su proyecto?. Es que en este país, y usted es una demostración más, la derecha ha sido secularmente reacia a la ciencia. Por otro lado, además del reconocimiento científico está el social. Los vecinos están reivindicando de manera admirable su espacio y su historia. Algo que comprendo que no se entienda desde su perspectiva, por que el espacio y la historia no tienen traducción contable directa.
Y por si todo esto era poco, los vaticinios para las elecciones de 2015 no le son propicios. Queda año y medio aproximadamente. Un plazo muy corto para que usted inicie de modo palpable este proyecto de prolongación. Quiero decir de modo palpable en el sentido positivo, por supuesto: que se vea que el proyecto avanza sin pasar por un previo hundimiento y marginalización del barrio. Con respecto a esto, espero, y no las tengo todas conmigo, que si se produjera en 2015 ese cambio en la relación de fuerzas políticas, el nuevo gobierno municipal fuera consciente de que la ciudad de Valencia tiene una deuda con El Cabanyal, una deuda que debería saldar con prioridad absoluta en materia de inversiones sin dilaciones ni excusas de tipo alguno.
Se le está agotando el tiempo, Sra. Alcaldesa, y además se le nota. Ya hace mucho que perdió las más elementales formas democráticas e incluso las de educación. Está usted perdiendo mucha energía en su batalla. Porque esta cuestión es eso: su batalla. ¿Me puede decir con qué cuenta a favor para seguir con esta obsesión?. Y no me diga los votos porque en su programa electoral nunca han propuesto destrozar salvajemente el barrio, su espacio público, su desarrollo económico y su convivencia, tal como están haciendo bajo su dirección.
Y si lo que ocurre, como me temo, es que ya se trata de una cuestión de honor, si su vida política no puede acabar con esta renuncia, si considera que esto sería una humillación, deje paso a otra persona. Pero que no sea su pregonero, claro. Una persona que pueda hacerle el favor de retirar ese proyecto inviable y sin sentido.
Como buena alcaldesa usted recordará que en un pasado relativamente reciente y al amparo de un régimen de dictadura, se proyectaron diferentes iniciativas que conjugaban la vanidad con la avaricia de sus promotores públicos y privados. Recordará que se quiso que el trazado de la Avenida del Oeste se iniciara en la Plaza de San Agustín y pasara por encima del Barrio de El Carme hasta llegar al río, en un anticipo muy similar a lo que hoy pretende usted en El Cabanyal: hicieron un destrozo importante pero tuvieron que detenerse a la altura del Mercado Central y hoy El Carme es un barrio vivo. Recordará que se pretendió urbanizar el Saler, lo que hubiera supuesto una de las mayores barbaridades medioambientales: no se pudo evitar que crecieran unas cuantas torres, pero se paró a tiempo el proyecto y hoy es una referencia imprescindible ligada a la ciudad. Recordará que, en el colmo de los delirios, se llegó a plantear la idea de convertir el viejo cauce del río en una vía rápida de circulación: hoy es la mayor zona verde de la ciudad y probablemente una de las inversiones más sensatas y más rentabilizadas por el uso ciudadano que tiene. Enmarque en estos tres hitos históricos su proyecto de prolongación de Blasco Ibáñez y de destrucción del Cabanyal. Y adivine el resultado que veremos en las futuras crónicas de la ciudad.
No se preocupe, la retirada de su proyecto no impedirá su acceso a nuestra playa y al mar. Seguirá siendo posible que usted llegue a él en metro, en autobús, en tranvía, en bicicleta, andando, o en su coche oficial. Lo podrá hacer por la Avenida del Puerto, por la de Tarongers, desde Natzaret, por la calle del Mediterráneo o por cualquier otra travesía del Cabanyal. Si lo desea incluso puede venir en barco, como lo hacen los cruceristas a lo largo de todo el año y los mismísimos reyes magos cada 5 de enero por la tarde.
Usted olvídelo. No va a tener su estatua ecuestre en la rotonda final de la prolongación de la Avenida de Blasco Ibáñez con el Paseo Marítimo. Y deje también de pleitear con cargo al contribuyente. Recurra usted tirando de sus ahorros y pagando de su bolsillo sus servicios jurídicos y sus tasas de acceso a los tribunales.
Déjelo ya, Sra. Alcaldesa, déjelo ya. Hágame caso.
El Cabanyal, 3 de noviembre de 2013
Eduardo Pascual Buyé
Artículo de Jose Luis Ramos Segarra para Abogados Urbanistas de Valencia
El pasado 12/9/13 EU informó en rueda de prensa de la sentencia del TS de 17/7/2013, en la que se condena al Ayuntamiento al pago de 10.000 € de costas y se declara contrario a la legislación urbanística la pretensión del Ayuntamiento de pagar las expropiaciones por debajo de lo que establece la Ley del Suelo. Horas después EUROPA PRESS difundió las declaraciones del Sr. Grau, concejal del Ayuntamiento de Valencia, negando que fuera cierto lo dicho por EU. Para facilitar la comprensión de las declaraciones del Sr. Grau expondremos los antecedentes que dan lugar a esa sentencia.
ANTECEDENTES DE LA SENTENCIA DEL TS DE 17/7/13
El PGOU de Valencia hizo reserva de los suelos necesarios para la implantación de las futuras dotaciones urbanas, estableciendo su obtención mediante la expropiación. A esos terrenos no les asignó edificabilidad. Si en el plazo de 5 años no se expropian, esas reservas de suelo, el propietario puede solicitar la expropiación. En esas expropiaciones el Ayuntamiento pagaba un metro de techo por un metro de superficie, pero algunos propietarios acudían al Supremo solicitando que se les abonara la edificabilidad media del entorno, tal como decía la Ley del Suelo, obteniendo sentencias favorables. En vez de pagarles una altura les pagaban 3 o 5. Esas sentencias decían que la edificabilidad media en suelo urbano se saca dividiendo la edificabilidad correspondiente a una unidad de ejecución por la superficie de las parcelas con edificación privada. Es decir, excluyendo el suelo dotacional sin edificar, como viales, zonas verdes, etc.
Concretamente, sobre esa clase de suelo, la Ley del Suelo de 1998 decía: “el aprovechamiento a tener en cuenta a los solos efectos de su valoración, será el resultante de la media ponderada de los aprovechamientos, referidos al uso predominante, del polígono fiscal en que, a efectos catastrales esté incluido el mismo”.
Posteriormente, la Ley de Suelo del 2008, deroga la anterior, y para la misma clase de suelo establece:“Si los terrenos no tienen asignada edificabilidad o uso privado por la ordenación urbanística, se les atribuirá la edificabilidad media y el uso mayoritario en el ámbito espacial homogéneo en que por usos y tipologías la ordenación urbanística los haya incluido.”
En 2008 el Ayuntamiento, hace una modificación de Plan General y crea 42 Áreas UrbanísticasHomogéneas (AUH). En cada una de esas áreas se estableció la edificabilidad media de cada una de ellas al efecto de indemnizar las expropiaciones. El problema es que, el Ayuntamiento, para sacar la edificabilidad media existente en suelo urbano, divide la edificabilidad media de área por la suma de las superficies de parcelas privadas edificables y el suelo dotacional. Así baja la edificabilidad y por consiguiente su valor. Ejemplo de ello es que el PGOU de Valencia que tiene una edificabilidad total de 66.043.678 m2t, esa cantidad la divide por la superficie total de 28.249.003 m2s, del suelo urbano, sin excluir las dotaciones, ello resulta una edificabilidad media de la ciudad de 2,0981 m2t. Sin embargo si los 66.043.678 m2t, se dividen por los 12.213.955 m2s de superficie de parcelas privadas, como dice el Tribunal Supremo, entonces la edificabilidad media es de 5,40. Es decir, a nivel de ciudad hace desaparecer más de la mitad de la edificabilidad, por consiguiente abarata la expropiaciones a la mitad de su valor legal.
En octubre de 2011, el Gobierno de España aprueba el nuevo Reglamento de expropiación forzosa. El Reglamento en su función de desarrollar la aplicación de la Ley, en su art. 21 explica las operaciones aritméticas para sacar la edificabilidad media del suelo urbano. Entre otras operaciones, explica que de la superficie en la que se divide la edificabilidad existente, debe excluirse el suelo dotacional sin edificación. Es decir, que a ese suelo le corresponde la misma edificabilidad media que tienen las propiedades de su entorno. El Ayuntamiento vio que eso daría lugar a que no se aplicara la edificabilidad media fijada en las AUH creadas por la modificación del PGOU, por lo que recurrió el Reglamento. Se desestima el recurso y se le condena a 10.000 € de costas. La sentencia se deja claro que esa modificación es ilegal, que en suelo urbano la edificabilidad media se saca excluyendo el suelo dotacional sin edificación. Entre otras cosas dice:
“analizando ya la segunda parte de la fórmula (divisor/denominador) esa media de edificabilidades homogeneizadas ha de ser dividida por la superficie del Ámbito Espacial Homogéneo (SA) descontándose la superficie de suelos dotacionales ya existentes y afectados a sudestino (SD) y cuyo uso se pretenda mantener. Si no se hiciese así, tal y como postula elAyuntamiento de Valencia, el resultado no sería otro que el atribuir edificabilidad a los suelos dedominio público ya existentes, actuación claramente contraria a derecho. En definitiva, en eldivisor/denominador debe constar únicamente la superficie del Ámbito Espacial Homogéneo que es susceptible de aprovechamiento lucrativo.
DECLARACIONES DE ALFONSO GRAU
Entre otras cosas dijo:
1. .
Eso es exactamente lo que dijo EU. Se dijo que la sentencia no tiene efectos retroactivos. Al parecer el Sr. Grau olvida que los planes de expropiación, para el ámbito del Pepri de Cabanyal-Canyamelar, ni están aprobados ni ejecutados. Así que cuando el Sr. Grau afirma “afectará a los planes urbanísticos en el futuro”, nos está anunciando que si en el futuro el Ayuntamiento aprueba esos proyectos de expropiación se tendrá que aplicar a los mismos la doctrina anunciada en la sentencia. Quizás el Sr. Grau no sepa que un instrumentos de planeamiento, como el PEPRI, para su ejecución necesitan que la administración disponga de los terrenos incluidos en la actuación, y si los terrenos no son de su propiedad, necesita aprobar un proyecto de expropiación, al que debe aplicarle la jurisprudencia vigente al momento de su aprobación. Así las cosas, si uno sólo de los propietarios se niega a vender, tendrán que aprobar un proyecto de expropiación, que al ser posterior a la sentencia se aplica la doctrina de la misma.
Acierta el Sr. Grau cuando dice: “que la regla para el cálculo de la edificabilidad media de las Áreas Urbanísticamente Homogéneas”, (…) sólo es aplicable a los ‘terrenos dotacionales que no tienen asignada edificabilidad”. Pero olvida decir que la sentencia declara que cualquier regla para el cálculo de la edificabilidad en suelo urbano, de la cual no resulte una asignación de “la edificabilidad media y el uso mayoritario en el ámbito espacial homogéneo en que por usos y tipologías la ordenación urbanística los haya incluido, aunque se trate de terrenos incluidos en unidades de ejecución con edificabilidad asignada, será contraria a derecho por ser contraria al principio de igualdad del derecho de la propiedad inmobiliaria. Dicho de otra manera, en suelo urbano, las expropiaciones no pueden abonar menor edificabilidad de la que tienen las parcelas de su entorno. Da igual que la edificabilidad se haya calculado para una parcela incluida en una unidad de ejecución, delimitada y con edificación asignada, o que se trate de parcelas sin edificación asignada incluidas en un Área Urbanística Homogéneas, siempre que resulte una edificabilidad menor a la media de su entorno, será ilegal por infracción del principio de igualdad del derecho de la propiedad inmobiliaria.
Al Sr. Grau, hay que recordarle que en el caso de las unidades de ejecución del Pepri del Cabanyal-Canyamelar, con edificabilidad asignada, se incurre en infracción manifiesta del principio de igualdad del derecho de la propiedad inmobiliaria, por haberles asignado menor edificabilidad que las propiedades de su entorno. Veamos los datos de los que se deduce. El Pepri constituye una única área de reparto en el que incluye todas las unidades de actuación asignado una edificabilidad media de 1,31 de m2 de techo por m2 de superficie.
El Pepri está incluido en el Área Urbanística Homogénea Nº 20, denominada Poblats Maritims. Esa área tiene una edificabilidad total de 3.657.677 m2t que dividida por los 906.519 m2 de superficie de parcelas edificadas resulta una edificabilidad media de 4,03. Es decir, realizando la operación que dice el Tribunal Supremo, dividir edificabilidad del planeamiento por superficie de parcelas con aprovechamiento lucrativo, resulta una edificabilidad 3,03 superior a la asignada por el Ayuntamiento a las propiedades que pretenden expropiar en el Cabanyal. Por consiguiente, para evitar el agravio comparativo y la confiscación pretendida por el Ayuntamiento resulta de aplicación la doctrina de la STS de 17/7/13.
¿Cómo consigue el Ayuntamiento reducir un 66% la edificabilidad del Pepri de Cabanyal respecto a su entorno? La legislación urbanística establece que en las expropiaciones en suelo urbano, para la ejecución de actuaciones de reforma o renovación, se debe abonar la edificabilidad asignada al ámbito de expropiación por el anterior plan al Plan Especial que causa la expropiación. La razón es simple. El nuevo planeamiento contempla nuevo usos y aprovechamientos, que pueden incrementar o disminuir el valor del suelo afectado por la expropiación. Sería injusto que se indemnice mayor edificabilidad de la que los propietarios tienen patrimonializada en el anterior planeamiento, como igual de injusto sería indemnizar menor edificabilidad de la que se tenía patrimonializada. Eso es precisamente lo que aprobó el Ayuntamiento de Valencia. Pretenden abonar menor edificabilidad que la media de la zona que ya tenían patrimonializado los propietarios con el planeamiento anterior que sustituye el Pepri. Dicho de otro modo, en vez de pagar la edificabilidad que se pierde, se paga la del futuro planeamiento sobre el cual los expropiados no han adquirido ningún derecho.
Las operaciones del Ayuntamiento son las siguientes:
La desproporción entre suelo dotacional, sin edificación, y suelo privado con edificación da lugar una menor edificabilidad en el ámbito de actuación entre la edificabilidad establecida por el PGOU y la que establece el Pepri. Esa desproporción rompe la proporcionalidad que debe existir entre cesiones y edificabilidad.
Por otra parte,
Ello supone una clara ilegalidad al ignorar:
Podemos concluir que la doctrina de la sentencia del TS de 17/7/13 impide aplicar laILEGALIDAD-TRAMPA que comete el Ayuntamiento para abaratar las expropiaciones del Cabanyal-Canyamelar
El varapalo radica precisamente:
Ello manifiesta la intención de estar por encima de la Ley que se aplica a otros, y permite adivinar el respeto que se tiene al Estado de Derecho. Decir que “El Ayuntamiento ha actuado siempre buscando el interés general”, es no entender que en un Estado de Derecho el respeto a la legalidad es de interés general. Y en este caso, donde el Ayuntamiento ya tenía varias sentencia, anteriores a la creación de la AUH y la presentación del recurso contra el Reglamento, en las que se le decía que toda fórmula del cálculo de la edificabilidad que asigne una edificabilidad menor que la del entorno es ilegal, por infracción de principio de igualdad. Esa forma de actuar, delata el respeto que tienen a la legalidad referida al derecho de la propiedad inmobiliaria.
Como se podrá comprobar, la interpretación que hizo “el concejal de EU Sanchis”, tiene respaldo legal. Así mientras el Sr. Grau no respalde sus afirmaciones en interpretaciones realizadas por el Tribunal Supremo, seguiremos pensando que el Ayuntamiento hace “trampas” en el cálculo de la edificabilidad correspondiente al Pepri de Cabanyal.
NOTA FINAL. Este informe se ha realizado desde la perspectiva en la que dice trabajar el equipo de gobierno municipal. Según ellos el PEPRI está suspendido pero llegará a recuperar la vigencia. Quien emite este informe estima que el Decreto del Ministerio de Cultura, declarando el Pepri de Cabanyal un acto de expolio del patrimonio histórico, implica la nulidad del Pepri, y lo deja sin efectos jurídicos. Habrá que aprobar un nuevo Pepri, por lo que a ese nuevo plan le será de aplicación la sentencia del TS de 17/7/13 que el Sr Grau dice que es aplicable para los planes futuros.
Valencia 17/9/2013
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