Picaeta al Cabanyal
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Reconquistar el carrer com espai de relació, pendre el pols de la situació en que es troba el Cabanyal, reprendre el impuls per seguir reivindicant la regeneració del barri. Sopar a la fresca, 17 de maig del 2014. CELEBRA LA PRIMERA “PICAETA AL CABANYAL”
INICIATIVA CIUDADANA PARA LA CELEBRACIÓN DE UNA SESIÓN EXTRAORDINARIA DEL CONSEJO DE LA JUNTA MUNICIPAL DEL MARÍTIMO
Ante la grave situación a la que ha llegado el Cabanyal-Canyamelar, 18 organizaciones de todo tipo de nuestro barrio, en julio de 2012 firmamos un documento, que venía a resumir lo que entendíamos, eran las medidas urgentes que debía poner en marcha el ayuntamiento de Valencia, para poner fin a la degradación y falta de expectativas en que nos encontramos:
1. LUCHAR CONTRA LA EXISTENCIA DE FOCOS DELICTIVOS EN NUESTRO BARRIO
2. PONER PUNTO FINAL A LA DEGRADACIÓN URBANÍSTICA Y SOCIAL
3. PONER EN MARCHA UN PLAN DE REHABILITACIÓN DE VIVIENDAS
4. PONER EN MARCHA UN PLAN PARA DINAMIZAR, REGENERAR Y POTENCIAR EL COMERCIO
5. BUSCAR EL MAYOR CONSENSO POSIBLE
Fruto de ese acuerdo, en noviembre del 2012, el Ayuntamiento de Valencia se comprometió con la plataforma ciudadana UNITS PEL CABANYAL, a la puesta en marcha de un Plan Integral, denominado PLAN + CABANYAL, que debería coordinar el trabajo de los distintos servicios municipales (policía, patrimonio, servicios sociales, educación, limpieza, alumbrado y bomberos) y además coordinar su trabajo con el del Cuerpo de la Policía Nacional. Sus objetivos eran:
– Luchar contra la droga y los delitos derivados de la degradación urbana.
– Detectar y canalizar la solución de los problemas sociales, relacionados con las minorías étnicas, las bolsas de pobreza y la insalubridad.
– Priorizar la limpieza de solares, residuos sólidos y limpieza en general.
– Agilizar al máximo las licencias de obras y de comercios.
– Escolarizar a los menores.
– Revisar los edificios en estado ruinoso
Para hacer un seguimiento de este plan integral, los responsables del equipo de gobierno municipal se comprometieron a reuniones periódicas con las Asociaciones de Vecinos, para analizar avances, resultados y recoger quejas o sugerencias.
Ha pasado ya un año desde aquel compromiso, sin que el ayuntamiento haya accedido a dar ningún tipo de explicaciones, ni sobre nuestras demandas iniciales, ni de los compromisos sobre las acciones que contemplaba el Plan Integral municipal, a pesar de las varias ocasiones en que se lo hemos solicitado. Entendemos que el ayuntamiento ha defraudado nuestras expectativas.
RECUPERAR LA DIGNIDAD DEL CABANYAL-CANYAMELAR
Llegado este punto, las organizaciones de vecinos y comerciantes abajo firmantes, hemos adoptado la decisión de acudir a los cauces previstos en el REGLAMENTO ORGÁNICO DE GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN del Ayuntamiento de Valencia y acogiéndonos al art. 87. 4, hemos solicitado una sesión extraordinaria del Consejo de la Junta Municipal, en la que los vecinos podamos pedir todo tipo de explicaciones sobre las siguientes cuestiones que a la mayoría de los vecinos del Cabanyal-Canyamelar nos preocupan:
1. Ocupación ilegal de viviendas y falta de respuesta a la denuncia presentada por la asociación de vecinos, el 2 de julio de 2012. Situación actual de la ocupación ilegal y actuaciones que se están llevando.
2. Justificación del incumplimiento de las promesas del Plan + Cabanyal
3. Justificación de los criterios en la concesión/suspensión de permisos para ejecución de obra y otras actuaciones urbanísticas
4. Diálogo y consenso municipal con organizaciones representativas del barrio, para el cumplimiento de la orden ministerial
Para ello, durante las últimas semanas, hemos recogido 2053 firmas entre los vecinos empadronados en el ámbito territorial de la Junta Municipal del Marítimo e inscritos en el censo electoral. Casi el doble de las 1168 firmas (1 % del censo) que se precisan según el citado REGLAMENTO ORGÁNICO DE GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN del Ayuntamiento de Valencia.
Una sesión extraordinaria de una Junta Municipal por iniciativa de los vecinos, que es la segunda vez que se celebra en la historia de esta ciudad (la anterior también fue a solicitud de los vecinos y comerciantes del Cabanyal-Canyamelar) y que deberá ser convocada por el Presidente de la citada Junta Municipal del Marítimo, dentro del plazo de los 5 días hábiles siguientes a la presentación de esta solicitud y con una antelación de cuarenta y ocho horas a su celebración.
Cabanyal-Canyamelar, 21/11/2013
ASSOCIACIÓ DE COMERCIANTS, INDUSTRIALS I PROFESIONALS DEL MARÍTIM (ACIPMAR)
ASSOCIACIÓ DE VENEDORS DEL MERCAT DEL CABANYAL
ASSOCIACIÓ DE VEÏNS I VEÏNES CABANYAL-CANYAMELAR
PLATAFORMA SALVEM EL CABANYAL
INICIATIVA CIUDADANA PARA LA CELEBRACIÓN DE UNA SESIÓN EXTRAORDINARIA DEL CONSEJO DE LA JUNTA MUNICIPAL DEL MARÍTIMO
Ante la grave situación a la que ha llegado el Cabanyal-Canyamelar, 18 organizaciones de todo tipo de nuestro barrio, en julio de 2012 firmamos un documento, que venía a resumir lo que entendíamos, eran las medidas urgentes que debía poner en marcha el ayuntamiento de Valencia, para poner fin a la degradación y falta de expectativas en que nos encontramos:
1. LUCHAR CONTRA LA EXISTENCIA DE FOCOS DELICTIVOS EN NUESTRO BARRIO
2. PONER PUNTO FINAL A LA DEGRADACIÓN URBANÍSTICA Y SOCIAL
3. PONER EN MARCHA UN PLAN DE REHABILITACIÓN DE VIVIENDAS
4. PONER EN MARCHA UN PLAN PARA DINAMIZAR, REGENERAR Y POTENCIAR EL COMERCIO
5. BUSCAR EL MAYOR CONSENSO POSIBLE
Fruto de ese acuerdo, en noviembre del 2012, el Ayuntamiento de Valencia se comprometió con la plataforma ciudadana UNITS PEL CABANYAL, a la puesta en marcha de un Plan Integral, denominado PLAN + CABANYAL, que debería coordinar el trabajo de los distintos servicios municipales (policía, patrimonio, servicios sociales, educación, limpieza, alumbrado y bomberos) y además coordinar su trabajo con el del Cuerpo de la Policía Nacional. Sus objetivos eran:
– Luchar contra la droga y los delitos derivados de la degradación urbana.
– Detectar y canalizar la solución de los problemas sociales, relacionados con las minorías étnicas, las bolsas de pobreza y la insalubridad.
– Priorizar la limpieza de solares, residuos sólidos y limpieza en general.
– Agilizar al máximo las licencias de obras y de comercios.
– Escolarizar a los menores.
– Revisar los edificios en estado ruinoso
Para hacer un seguimiento de este plan integral, los responsables del equipo de gobierno municipal se comprometieron a reuniones periódicas con las Asociaciones de Vecinos, para analizar avances, resultados y recoger quejas o sugerencias.
Ha pasado ya un año desde aquel compromiso, sin que el ayuntamiento haya accedido a dar ningún tipo de explicaciones, ni sobre nuestras demandas iniciales, ni de los compromisos sobre las acciones que contemplaba el Plan Integral municipal, a pesar de las varias ocasiones en que se lo hemos solicitado. Entendemos que el ayuntamiento ha defraudado nuestras expectativas.
RECUPERAR LA DIGNIDAD DEL CABANYAL-CANYAMELAR
Llegado este punto, las organizaciones de vecinos y comerciantes abajo firmantes, hemos adoptado la decisión de acudir a los cauces previstos en el REGLAMENTO ORGÁNICO DE GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN del Ayuntamiento de Valencia y acogiéndonos al art. 87. 4, hemos solicitado una sesión extraordinaria del Consejo de la Junta Municipal, en la que los vecinos podamos pedir todo tipo de explicaciones sobre las siguientes cuestiones que a la mayoría de los vecinos del Cabanyal-Canyamelar nos preocupan:
1. Ocupación ilegal de viviendas y falta de respuesta a la denuncia presentada por la asociación de vecinos, el 2 de julio de 2012. Situación actual de la ocupación ilegal y actuaciones que se están llevando.
2. Justificación del incumplimiento de las promesas del Plan + Cabanyal
3. Justificación de los criterios en la concesión/suspensión de permisos para ejecución de obra y otras actuaciones urbanísticas
4. Diálogo y consenso municipal con organizaciones representativas del barrio, para el cumplimiento de la orden ministerial
Para ello, durante las últimas semanas, hemos recogido 2053 firmas entre los vecinos empadronados en el ámbito territorial de la Junta Municipal del Marítimo e inscritos en el censo electoral. Casi el doble de las 1168 firmas (1 % del censo) que se precisan según el citado REGLAMENTO ORGÁNICO DE GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN del Ayuntamiento de Valencia.
Una sesión extraordinaria de una Junta Municipal por iniciativa de los vecinos, que es la segunda vez que se celebra en la historia de esta ciudad (la anterior también fue a solicitud de los vecinos y comerciantes del Cabanyal-Canyamelar) y que deberá ser convocada por el Presidente de la citada Junta Municipal del Marítimo, dentro del plazo de los 5 días hábiles siguientes a la presentación de esta solicitud y con una antelación de cuarenta y ocho horas a su celebración.
Cabanyal-Canyamelar, 21/11/2013
ASSOCIACIÓ DE COMERCIANTS, INDUSTRIALS I PROFESIONALS DEL MARÍTIM (ACIPMAR)
ASSOCIACIÓ DE VENEDORS DEL MERCAT DEL CABANYAL
ASSOCIACIÓ DE VEÏNS I VEÏNES CABANYAL-CANYAMELAR
PLATAFORMA SALVEM EL CABANYAL
PLATAFORMA SALVEM EL CABANYAL
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Poema de Olga Lucas
LOS OTROS
La guerra del barrio no la empezaron ellos, ni ellas
ellos, pescadores, comerciantes, obreros
ellas costureras, dependientas, amas de casa y trabajadoras
No vivían felices ni comían perdices
simplemente vivían
vivían en sus casas, paseaban, gozaban en sus calles
calles tranquilas, limpias, calles amigas
el juego de la pelota
el barrio con su sabor a mar,
la señora Lola, la vida de siempre
y las casas, sus casas.
Fueron los otros,
los siempre dispuestos a limpiar después de cada guerra
los que destruyen casas modernistas
y levantan bloques de hormigón
los que derriban viviendas y construyen avenidas,
en suma, los del dinero y el poder
los vándalos legalizados,
los otros, los otros declararon la guerra,
Ellos se defienden
nosotros apoyamos
ellos vencerán, ellas también
Poema de Olga Lucas
LOS OTROS
La guerra del barrio no la empezaron ellos, ni ellas
ellos, pescadores, comerciantes, obreros
ellas costureras, dependientas, amas de casa y trabajadoras
No vivían felices ni comían perdices
simplemente vivían
vivían en sus casas, paseaban, gozaban en sus calles
calles tranquilas, limpias, calles amigas
el juego de la pelota
el barrio con su sabor a mar,
la señora Lola, la vida de siempre
y las casas, sus casas.
Fueron los otros,
los siempre dispuestos a limpiar después de cada guerra
los que destruyen casas modernistas
y levantan bloques de hormigón
los que derriban viviendas y construyen avenidas,
en suma, los del dinero y el poder
los vándalos legalizados,
los otros, los otros declararon la guerra,
Ellos se defienden
nosotros apoyamos
ellos vencerán, ellas también
“No me interesa la felicidad y no creo que dependa de mayor o menor inteligencia. Pero desde luego no exigir demasiado hace más fácil llevarse bien con uno mismo, que es mi sustituto de la felicidad.”
José Luis Sampedro.
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LOS OTROS (Olga Lucas)
La guerra del barrio no la empezaron ellos, ni ellas
ellos, pescadores, comerciantes, obreros
ellas costureras, dependientas, amas de casa y trabajadoras
No vivían felices ni comían perdices
simplemente vivían
vivían en sus casas, paseaban, gozaban en sus calles
calles tranquilas, limpias, calles amigas
el juego de la pelota
el barrio con su sabor a mar,
la señora Lola, la vida de siempre
y las casas, sus casas.
Fueron los otros,
los siempre dispuestos a limpiar después de cada guerra
los que destruyen casas modernistas
y levantan bloques de hormigón
los que derriban viviendas y construyen avenidas,
en suma, los del dinero y el poder
los vándalos legalizados,
los otros, los otros declararon la guerra,
Ellos se defienden
nosotros apoyamos
ellos vencerán, ellas también
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-Pels seus amics de València estava pendent realitzar un acte en record de José Luis Sampedro, no és un homenatge, eixe ja ho va realitzar en vida, que és quan cal fer els homenatges, el Gremi de Llibrers en la Fira del llibre fa uns anys.
El què proposem els organitzadors és recordar a l’humanista, escriptor i amic el seu pas per la ciutat, perquè d’eixe trànsit vam aprendre molt del mestre i guardem grat record a compartir. La Plataforma Salvem El Cabanyal té l’honor de participar en la taula del dia 13, i t’invita a que ens acompanyes.
Els pròxims dimarts 12 i dimecres 13 a les 19 hores en la Universitat del carrer de la Nau
En el Paranimf de la Universitat de València.
El día 12 dimarts “Recordant a José Luis Sampedro” intervendrán:
Carlos Berzosa, Universidad Complutense.
Carmen Riera Escritora. Universidad de Barcelona
Olga Lucas Escritora, viuda de JLS.
Presenta: Antonio Ariño. Vicerrector de Cultura e igualdad
El día 13 dimecres “Recordant a José Luis Sampedro II” El compromis de José Luis Sampedro amb els moviments socials
En las aulas del seminario, intervendrán:
Aniceto Arias. Radio Klara
Miguel Morata. Libreria Primado
Pepa Salavert. Associació J.L. Sampedro per a la Salut i la Cultura
Faustino Villora. Plataforma Salvem el Cabanyal
Vicente Vergara. Cartelera Turia.
Presenta: Alfons Cervera
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Premsa:
“No me interesa la felicidad y no creo que dependa de mayor o menor inteligencia. Pero desde luego no exigir demasiado hace más fácil llevarse bien con uno mismo, que es mi sustituto de la felicidad.”
José Luis Sampedro.
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LOS OTROS (Olga Lucas)
La guerra del barrio no la empezaron ellos, ni ellas
ellos, pescadores, comerciantes, obreros
ellas costureras, dependientas, amas de casa y trabajadoras
No vivían felices ni comían perdices
simplemente vivían
vivían en sus casas, paseaban, gozaban en sus calles
calles tranquilas, limpias, calles amigas
el juego de la pelota
el barrio con su sabor a mar,
la señora Lola, la vida de siempre
y las casas, sus casas.
Fueron los otros,
los siempre dispuestos a limpiar después de cada guerra
los que destruyen casas modernistas
y levantan bloques de hormigón
los que derriban viviendas y construyen avenidas,
en suma, los del dinero y el poder
los vándalos legalizados,
los otros, los otros declararon la guerra,
Ellos se defienden
nosotros apoyamos
ellos vencerán, ellas también
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-Por sus amigos de Valencia estaba pendiente realizar un acto en recuerdo de José Luis Sampedro, no es un homenaje, ya se realizó en vida, que es cuando es preciso hacer los homenajes, el Gremio de libreros en la Feria del libro hace unos años.
Lo qué proponemos los organizadores es recordar al humanista, escritor y amigo su paso por la ciudad, porque de ese tránsito aprendimos mucho del maestro y guardamos grato recuerdo a compartir.
La Plataforma Salvem El Cabanyal tiene el honor de participar en la mesa del día 13, y te invita a que nos acompañas. Los próximos martes 12 y miércoles 13 a las 19 horas en la Universidad del calle de la Nave
En el Paraninfo de la Universitat de València.
El día 12 martes “Recordando a José Luis Sampedro” intervendrán:
Carlos Berzosa, Universidad Complutense.
Carmen Riera Escritora. Universidad de Barcelona
Olga Lucas Escritora, viuda de JLS.
Presenta: Antonio Ariño. Vicerrector de Cultura e igualdad
El día 13 miércoles “Recordando a José Luis Sampedro II” El compromiso de José Luis Sampedro con los movimientos sociales. En las aulas del seminario, intervendrán:
Aniceto Arias. Radio Klara
Miguel Morata. Libreria Primado
Pepa Salavert. Associació J.L. Sampedro per a la Salut i la Cultura
Faustino Villora. Plataforma Salvem el Cabanyal
Vicente Vergara. Cartelera Turia.
Presenta: Alfons Cervera
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Prensa:
Sra. Alcaldesa, su empecinamiento con el proyecto de prolongación de la Avenida de Blasco Ibáñez se ha traducido en los últimos años, en el mejor de los supuestos, en una inaudita dejación de sus obligaciones al abandonar a su suerte el barrio del Cabanyal. Obligaciones por las que, recuérdelo, le pagamos. Lleva usted quince años sometiéndolo a un asedio brutal que ha provocado su actual deterioro, algo que debería tener, en mi opinión, una responsabilidad más allá de la estrictamente política. Y lo que es más grave si entendemos que a la primera autoridad municipal se le debería suponer lucidez estratégica en el modelo de ciudad: usted o bien ignora o bien desprecia el valor actual y la potencialidad de futuro del barrio sin necesidad de la alteración radical que propone en su morfología y en su funcionalidad. No sé qué es peor, si su ignorancia o su desprecio. Todo esto, insisto, partiendo de los supuestos más benevolentes.
Cada vez resulta más difícil, Sra. Alcaldesa, entender su terquedad, su intransigencia, su nerviosismo, su ansiedad por ver colmada su obra a costa de lo que autoridades en la materia, que saben al respecto bastante más que usted y que yo, han calificado como expolio del patrimonio histórico del Cabanyal. Y además estoy convencido de que finalmente se trataría de una avenida anodina e insustancial, como ya lo es arquitectónicamente en lo que fue su primera prolongación desde el cruce con la Calle Cardenal Benlloch hasta la estación del Cabanyal.
Ahora el Gobierno de España, dirigido por su mismo partido, le ha dado un nuevo disgusto que usted, bordeando el ridículo, ha pretendido vender como una victoria, cuando le obliga a respetar la Orden Ministerial que le impidió expoliar el patrimonio del barrio.
Y usted, al menos de momento, como si oye llover. ¿Pero es que todavía no ha visto que ya no cuenta con la inversión privada para desarrollar su proyecto de prolongación de Blasco Ibáñez?. ¿Es que no entiende que esos inversores, si los hay en estos momentos, no pueden apostar por un proyecto estancado y que es permanente fuente de conflicto?. ¿Es que no ve que en el terreno de la inversión no suele haber patriotismo que valga, que la inversión se va a otros sitios mientras su proyecto no sea rentable?. ¿Es que no comprende que sin inversores su proyecto es papel mojado?
En el caso de la inversión privada lo dicho resulta obvio, pero respecto a sus compañeros de partido solo puedo hacer suposiciones. Aún así, me da la impresión de que muchos respirarían aliviados si usted da marcha atrás en este proyecto. Eso sí, salvando la honra, ya que no las naves. Ya lo verá usted cuando definitivamente se abandone el proyecto de la prolongación de Blasco Ibáñez. Entonces, salvo usted y muy pocas personas que públicamente han tenido que mojarse en exceso, nadie de su partido reconocerá haber tenido algo que ver con su proyecto o haberlo apoyado. Todos simplemente pasaban por allí o incluso, no se extrañe, dirán que ya decían ellos que se debía ser más flexible. ¿Es que no ve que va a estar cada día más sola cuando los suyos vayan soltando lastre?
En cuanto a los vecinos, la contestación a su proyecto sigue en pie pese al paso de los años. Y no vale contar como apoyos a su proyecto a las personas que ante las durísimas condiciones de deterioro del barrio, condiciones que han sido provocadas por usted y su gobierno municipal, optan por preferir cualquier actuación antes que seguir así. Esta contestación vecinal en defensa del barrio y de su patrimonio histórico, contra la destrucción de su trama urbana, ha recibido todo tipo de reconocimientos públicos desde el ámbito científico. ¿Me puede decir qué entidades o expertos en estos temas han avalado su proyecto?. Es que en este país, y usted es una demostración más, la derecha ha sido secularmente reacia a la ciencia. Por otro lado, además del reconocimiento científico está el social. Los vecinos están reivindicando de manera admirable su espacio y su historia. Algo que comprendo que no se entienda desde su perspectiva, por que el espacio y la historia no tienen traducción contable directa.
Y por si todo esto era poco, los vaticinios para las elecciones de 2015 no le son propicios. Queda año y medio aproximadamente. Un plazo muy corto para que usted inicie de modo palpable este proyecto de prolongación. Quiero decir de modo palpable en el sentido positivo, por supuesto: que se vea que el proyecto avanza sin pasar por un previo hundimiento y marginalización del barrio. Con respecto a esto, espero, y no las tengo todas conmigo, que si se produjera en 2015 ese cambio en la relación de fuerzas políticas, el nuevo gobierno municipal fuera consciente de que la ciudad de Valencia tiene una deuda con El Cabanyal, una deuda que debería saldar con prioridad absoluta en materia de inversiones sin dilaciones ni excusas de tipo alguno.
Se le está agotando el tiempo, Sra. Alcaldesa, y además se le nota. Ya hace mucho que perdió las más elementales formas democráticas e incluso las de educación. Está usted perdiendo mucha energía en su batalla. Porque esta cuestión es eso: su batalla. ¿Me puede decir con qué cuenta a favor para seguir con esta obsesión?. Y no me diga los votos porque en su programa electoral nunca han propuesto destrozar salvajemente el barrio, su espacio público, su desarrollo económico y su convivencia, tal como están haciendo bajo su dirección.
Y si lo que ocurre, como me temo, es que ya se trata de una cuestión de honor, si su vida política no puede acabar con esta renuncia, si considera que esto sería una humillación, deje paso a otra persona. Pero que no sea su pregonero, claro. Una persona que pueda hacerle el favor de retirar ese proyecto inviable y sin sentido.
Como buena alcaldesa usted recordará que en un pasado relativamente reciente y al amparo de un régimen de dictadura, se proyectaron diferentes iniciativas que conjugaban la vanidad con la avaricia de sus promotores públicos y privados. Recordará que se quiso que el trazado de la Avenida del Oeste se iniciara en la Plaza de San Agustín y pasara por encima del Barrio de El Carme hasta llegar al río, en un anticipo muy similar a lo que hoy pretende usted en El Cabanyal: hicieron un destrozo importante pero tuvieron que detenerse a la altura del Mercado Central y hoy El Carme es un barrio vivo. Recordará que se pretendió urbanizar el Saler, lo que hubiera supuesto una de las mayores barbaridades medioambientales: no se pudo evitar que crecieran unas cuantas torres, pero se paró a tiempo el proyecto y hoy es una referencia imprescindible ligada a la ciudad. Recordará que, en el colmo de los delirios, se llegó a plantear la idea de convertir el viejo cauce del río en una vía rápida de circulación: hoy es la mayor zona verde de la ciudad y probablemente una de las inversiones más sensatas y más rentabilizadas por el uso ciudadano que tiene. Enmarque en estos tres hitos históricos su proyecto de prolongación de Blasco Ibáñez y de destrucción del Cabanyal. Y adivine el resultado que veremos en las futuras crónicas de la ciudad.
No se preocupe, la retirada de su proyecto no impedirá su acceso a nuestra playa y al mar. Seguirá siendo posible que usted llegue a él en metro, en autobús, en tranvía, en bicicleta, andando, o en su coche oficial. Lo podrá hacer por la Avenida del Puerto, por la de Tarongers, desde Natzaret, por la calle del Mediterráneo o por cualquier otra travesía del Cabanyal. Si lo desea incluso puede venir en barco, como lo hacen los cruceristas a lo largo de todo el año y los mismísimos reyes magos cada 5 de enero por la tarde.
Usted olvídelo. No va a tener su estatua ecuestre en la rotonda final de la prolongación de la Avenida de Blasco Ibáñez con el Paseo Marítimo. Y deje también de pleitear con cargo al contribuyente. Recurra usted tirando de sus ahorros y pagando de su bolsillo sus servicios jurídicos y sus tasas de acceso a los tribunales.
Déjelo ya, Sra. Alcaldesa, déjelo ya. Hágame caso.
El Cabanyal, 3 de noviembre de 2013
Eduardo Pascual BuyéSra. Alcaldesa, su empecinamiento con el proyecto de prolongación de la Avenida de Blasco Ibáñez se ha traducido en los últimos años, en el mejor de los supuestos, en una inaudita dejación de sus obligaciones al abandonar a su suerte el barrio del Cabanyal. Obligaciones por las que, recuérdelo, le pagamos. Lleva usted quince años sometiéndolo a un asedio brutal que ha provocado su actual deterioro, algo que debería tener, en mi opinión, una responsabilidad más allá de la estrictamente política. Y lo que es más grave si entendemos que a la primera autoridad municipal se le debería suponer lucidez estratégica en el modelo de ciudad: usted o bien ignora o bien desprecia el valor actual y la potencialidad de futuro del barrio sin necesidad de la alteración radical que propone en su morfología y en su funcionalidad. No sé qué es peor, si su ignorancia o su desprecio. Todo esto, insisto, partiendo de los supuestos más benevolentes.
Cada vez resulta más difícil, Sra. Alcaldesa, entender su terquedad, su intransigencia, su nerviosismo, su ansiedad por ver colmada su obra a costa de lo que autoridades en la materia, que saben al respecto bastante más que usted y que yo, han calificado como expolio del patrimonio histórico del Cabanyal. Y además estoy convencido de que finalmente se trataría de una avenida anodina e insustancial, como ya lo es arquitectónicamente en lo que fue su primera prolongación desde el cruce con la Calle Cardenal Benlloch hasta la estación del Cabanyal.
Ahora el Gobierno de España, dirigido por su mismo partido, le ha dado un nuevo disgusto que usted, bordeando el ridículo, ha pretendido vender como una victoria, cuando le obliga a respetar la Orden Ministerial que le impidió expoliar el patrimonio del barrio.
Y usted, al menos de momento, como si oye llover. ¿Pero es que todavía no ha visto que ya no cuenta con la inversión privada para desarrollar su proyecto de prolongación de Blasco Ibáñez?. ¿Es que no entiende que esos inversores, si los hay en estos momentos, no pueden apostar por un proyecto estancado y que es permanente fuente de conflicto?. ¿Es que no ve que en el terreno de la inversión no suele haber patriotismo que valga, que la inversión se va a otros sitios mientras su proyecto no sea rentable?. ¿Es que no comprende que sin inversores su proyecto es papel mojado?
En el caso de la inversión privada lo dicho resulta obvio, pero respecto a sus compañeros de partido solo puedo hacer suposiciones. Aún así, me da la impresión de que muchos respirarían aliviados si usted da marcha atrás en este proyecto. Eso sí, salvando la honra, ya que no las naves. Ya lo verá usted cuando definitivamente se abandone el proyecto de la prolongación de Blasco Ibáñez. Entonces, salvo usted y muy pocas personas que públicamente han tenido que mojarse en exceso, nadie de su partido reconocerá haber tenido algo que ver con su proyecto o haberlo apoyado. Todos simplemente pasaban por allí o incluso, no se extrañe, dirán que ya decían ellos que se debía ser más flexible. ¿Es que no ve que va a estar cada día más sola cuando los suyos vayan soltando lastre?
En cuanto a los vecinos, la contestación a su proyecto sigue en pie pese al paso de los años. Y no vale contar como apoyos a su proyecto a las personas que ante las durísimas condiciones de deterioro del barrio, condiciones que han sido provocadas por usted y su gobierno municipal, optan por preferir cualquier actuación antes que seguir así. Esta contestación vecinal en defensa del barrio y de su patrimonio histórico, contra la destrucción de su trama urbana, ha recibido todo tipo de reconocimientos públicos desde el ámbito científico. ¿Me puede decir qué entidades o expertos en estos temas han avalado su proyecto?. Es que en este país, y usted es una demostración más, la derecha ha sido secularmente reacia a la ciencia. Por otro lado, además del reconocimiento científico está el social. Los vecinos están reivindicando de manera admirable su espacio y su historia. Algo que comprendo que no se entienda desde su perspectiva, por que el espacio y la historia no tienen traducción contable directa.
Y por si todo esto era poco, los vaticinios para las elecciones de 2015 no le son propicios. Queda año y medio aproximadamente. Un plazo muy corto para que usted inicie de modo palpable este proyecto de prolongación. Quiero decir de modo palpable en el sentido positivo, por supuesto: que se vea que el proyecto avanza sin pasar por un previo hundimiento y marginalización del barrio. Con respecto a esto, espero, y no las tengo todas conmigo, que si se produjera en 2015 ese cambio en la relación de fuerzas políticas, el nuevo gobierno municipal fuera consciente de que la ciudad de Valencia tiene una deuda con El Cabanyal, una deuda que debería saldar con prioridad absoluta en materia de inversiones sin dilaciones ni excusas de tipo alguno.
Se le está agotando el tiempo, Sra. Alcaldesa, y además se le nota. Ya hace mucho que perdió las más elementales formas democráticas e incluso las de educación. Está usted perdiendo mucha energía en su batalla. Porque esta cuestión es eso: su batalla. ¿Me puede decir con qué cuenta a favor para seguir con esta obsesión?. Y no me diga los votos porque en su programa electoral nunca han propuesto destrozar salvajemente el barrio, su espacio público, su desarrollo económico y su convivencia, tal como están haciendo bajo su dirección.
Y si lo que ocurre, como me temo, es que ya se trata de una cuestión de honor, si su vida política no puede acabar con esta renuncia, si considera que esto sería una humillación, deje paso a otra persona. Pero que no sea su pregonero, claro. Una persona que pueda hacerle el favor de retirar ese proyecto inviable y sin sentido.
Como buena alcaldesa usted recordará que en un pasado relativamente reciente y al amparo de un régimen de dictadura, se proyectaron diferentes iniciativas que conjugaban la vanidad con la avaricia de sus promotores públicos y privados. Recordará que se quiso que el trazado de la Avenida del Oeste se iniciara en la Plaza de San Agustín y pasara por encima del Barrio de El Carme hasta llegar al río, en un anticipo muy similar a lo que hoy pretende usted en El Cabanyal: hicieron un destrozo importante pero tuvieron que detenerse a la altura del Mercado Central y hoy El Carme es un barrio vivo. Recordará que se pretendió urbanizar el Saler, lo que hubiera supuesto una de las mayores barbaridades medioambientales: no se pudo evitar que crecieran unas cuantas torres, pero se paró a tiempo el proyecto y hoy es una referencia imprescindible ligada a la ciudad. Recordará que, en el colmo de los delirios, se llegó a plantear la idea de convertir el viejo cauce del río en una vía rápida de circulación: hoy es la mayor zona verde de la ciudad y probablemente una de las inversiones más sensatas y más rentabilizadas por el uso ciudadano que tiene. Enmarque en estos tres hitos históricos su proyecto de prolongación de Blasco Ibáñez y de destrucción del Cabanyal. Y adivine el resultado que veremos en las futuras crónicas de la ciudad.
No se preocupe, la retirada de su proyecto no impedirá su acceso a nuestra playa y al mar. Seguirá siendo posible que usted llegue a él en metro, en autobús, en tranvía, en bicicleta, andando, o en su coche oficial. Lo podrá hacer por la Avenida del Puerto, por la de Tarongers, desde Natzaret, por la calle del Mediterráneo o por cualquier otra travesía del Cabanyal. Si lo desea incluso puede venir en barco, como lo hacen los cruceristas a lo largo de todo el año y los mismísimos reyes magos cada 5 de enero por la tarde.
Usted olvídelo. No va a tener su estatua ecuestre en la rotonda final de la prolongación de la Avenida de Blasco Ibáñez con el Paseo Marítimo. Y deje también de pleitear con cargo al contribuyente. Recurra usted tirando de sus ahorros y pagando de su bolsillo sus servicios jurídicos y sus tasas de acceso a los tribunales.
Déjelo ya, Sra. Alcaldesa, déjelo ya. Hágame caso.
El Cabanyal, 3 de noviembre de 2013
Eduardo Pascual Buyé
Cuando ante la nueva situación que ha creado la decisión del gobierno del Sr. Rajoy, algunos vecinos del Cabanyal siguen insistiendo en que “nosotros queremos la prolongación y la seguimos defendiendo”, no sé si son conscientes de la trascendencia de esa afirmación.Por un lado significa que siguen ajenos al sufrimiento que significa para muchas familias que viven junto a ellos, que se verían forzadas a salir de sus casas, las que han sido las casas familiares de sus padres, de sus abuelos, etc. Qué además lo harían recibiendo por ellas una mínima parte de su valor, con el que no podrían adquirir otra de las mismas características.
Esa es la consecuencia humana que se esconde detrás de tan irreflexiva afirmación. Pero siendo esto lo más lamentable desde mi punto de vista, mantener esa posición significa que no han entendido el alcance de la decisión del Consejo de Ministros, confundidos tras la cortina de humo que ha tratado de lanzar la Sra. Alcaldesa. Una cortina de humo que llego a confundir a la totalidad de los medios de comunicación durante las primeras horas, pero que desapareció tan pronto hemos podido acceder al contenido de la reseña oficial del Consejo de Ministros.
En estos momentos podemos decir, que la intransigencia de la alcaldesa de esta ciudad, nos ha hecho perder más de tres años en la recuperación, regeneración, rehabilitación, revitalización del Cabanyal-Canyamelar. Más de tres años de sometimiento a la degradación, social, arquitectónica y urbanística, para que llegados a este punto y tras varias sentencias perdidas en los tribunales, sea el gobierno del Sr. Rajoy, quien venga a decirle que la Ministra Sinde, hizo una buena Orden para impedir que llevara adelante sus planes de destrucción y que ahora es un gobierno del PP, quien le obligará a cumplirla.
VICENTE GALLART
Cuando ante la nueva situación que ha creado la decisión del gobierno del Sr. Rajoy, algunos vecinos del Cabanyal siguen insistiendo en que “nosotros queremos la prolongación y la seguimos defendiendo”, no sé si son conscientes de la trascendencia de esa afirmación.Por un lado significa que siguen ajenos al sufrimiento que significa para muchas familias que viven junto a ellos, que se verían forzadas a salir de sus casas, las que han sido las casas familiares de sus padres, de sus abuelos, etc. Qué además lo harían recibiendo por ellas una mínima parte de su valor, con el que no podrían adquirir otra de las mismas características.
Esa es la consecuencia humana que se esconde detrás de tan irreflexiva afirmación. Pero siendo esto lo más lamentable desde mi punto de vista, mantener esa posición significa que no han entendido el alcance de la decisión del Consejo de Ministros, confundidos tras la cortina de humo que ha tratado de lanzar la Sra. Alcaldesa. Una cortina de humo que llego a confundir a la totalidad de los medios de comunicación durante las primeras horas, pero que desapareció tan pronto hemos podido acceder al contenido de la reseña oficial del Consejo de Ministros.
En estos momentos podemos decir, que la intransigencia de la alcaldesa de esta ciudad, nos ha hecho perder más de tres años en la recuperación, regeneración, rehabilitación, revitalización del Cabanyal-Canyamelar. Más de tres años de sometimiento a la degradación, social, arquitectónica y urbanística, para que llegados a este punto y tras varias sentencias perdidas en los tribunales, sea el gobierno del Sr. Rajoy, quien venga a decirle que la Ministra Sinde, hizo una buena Orden para impedir que llevara adelante sus planes de destrucción y que ahora es un gobierno del PP, quien le obligará a cumplirla.
VICENTE GALLART
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, sufrió el jueves, probablemente, una de las derrotas más humillantes de su carrera política. En su beneficio debe decirse que consiguió, al menos por momentos, que pareciese una victoria.
El Gobierno de Rajoy retiró el recurso de inconstitucionalidad que Zapatero había interpuesto contra la ley valenciana que pretendía derogar la orden del Ministerio de Cultura que declaró que el Plan del Cabanyal (la prolongación de Blasco Ibáñez sobre el barrio) supone expolio y es ilegal. La alcaldesa, amparada en la complejidad jurídica del asunto, dio a entender en rueda de prensa que se había cumplido su voluntad, que se desbloqueaba el conflicto a su favor y que podía hacer la prolongación. Nada más lejos de la realidad.
Como se ha reconocido desde el propio Partido Popular, la retirada del recurso forma parte de un acuerdo más amplio que incluye, precisamente, la derogación en tres meses de la ley valenciana, ley contra la que el recurso se interpuso. Es decir, prefieren retirarla ellos antes de que el Tribunal Constitucional la declare inconstitucional. Prefieren evitar el ridículo, aunque ya es tarde.
Es preciso recordar que fue esa ley tramposa y a todas luces inconstitucional (ya lo adelantó el Consejo de Estado, aunque lo sabían también quienes la votaron) la que permitió durante unas horas, en la segunda semana de abril de 2010, derribar un par de casas del barrio y provocar uno de los episodios más vergonzantes sucedidos en Valencia en los últimos años: las agresiones de la policía contra los vecinos de El Cabanyal que defendían la legalidad y su barrio. La ley que ahora se va a derogar fue la usada para apalearlos. Aunque nadie va a responder políticamente de ello es conveniente recordarlo.
También parece necesario recordar (algunos medios se empeñan en ignorarlo) que la orden ministerial de González Sinde, la que declaró expolio el plan de El Cabanyal, fue el resultado de una sentencia del Tribunal Supremo que le obligaba a emitirla, y de un procedimiento reglado y autónomo que implicó los informes de muchas organizaciones independientes, nada sospechosas de vinculación con el Gobierno de Zapatero. Éstas dijeron que el plan de Barberá supone expolio del patrimonio histórico. Así que la razón por la cual la orden sigue vigente, es porque es legal. De igual manera que es por su inconstitucionalidad que la ley valenciana va a ser derogada.
En fin, la retirada del recurso impide en parte el bochorno del PP valenciano, pero no desbloquea el conflicto. El conflicto solo lo puede desbloquear la decisión de la alcaldesa de cumplir la ley, lo que es su obligación. Eso significa cumplir la orden ministerial vigente, que anula su plan de prolongación de Blasco Ibáñez, e impulsar un nuevo plan, participativo y abierto a todos los vecinos, que rehabilite el barrio sin destruirlo. Después de 15 años, seguimos insistiendo.
Fdo: Fernando Flores
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, sufrió el jueves, probablemente, una de las derrotas más humillantes de su carrera política. En su beneficio debe decirse que consiguió, al menos por momentos, que pareciese una victoria.
El Gobierno de Rajoy retiró el recurso de inconstitucionalidad que Zapatero había interpuesto contra la ley valenciana que pretendía derogar la orden del Ministerio de Cultura que declaró que el Plan del Cabanyal (la prolongación de Blasco Ibáñez sobre el barrio) supone expolio y es ilegal. La alcaldesa, amparada en la complejidad jurídica del asunto, dio a entender en rueda de prensa que se había cumplido su voluntad, que se desbloqueaba el conflicto a su favor y que podía hacer la prolongación. Nada más lejos de la realidad.
Como se ha reconocido desde el propio Partido Popular, la retirada del recurso forma parte de un acuerdo más amplio que incluye, precisamente, la derogación en tres meses de la ley valenciana, ley contra la que el recurso se interpuso. Es decir, prefieren retirarla ellos antes de que el Tribunal Constitucional la declare inconstitucional. Prefieren evitar el ridículo, aunque ya es tarde.
Es preciso recordar que fue esa ley tramposa y a todas luces inconstitucional (ya lo adelantó el Consejo de Estado, aunque lo sabían también quienes la votaron) la que permitió durante unas horas, en la segunda semana de abril de 2010, derribar un par de casas del barrio y provocar uno de los episodios más vergonzantes sucedidos en Valencia en los últimos años: las agresiones de la policía contra los vecinos de El Cabanyal que defendían la legalidad y su barrio. La ley que ahora se va a derogar fue la usada para apalearlos. Aunque nadie va a responder políticamente de ello es conveniente recordarlo.
También parece necesario recordar (algunos medios se empeñan en ignorarlo) que la orden ministerial de González Sinde, la que declaró expolio el plan de El Cabanyal, fue el resultado de una sentencia del Tribunal Supremo que le obligaba a emitirla, y de un procedimiento reglado y autónomo que implicó los informes de muchas organizaciones independientes, nada sospechosas de vinculación con el Gobierno de Zapatero. Éstas dijeron que el plan de Barberá supone expolio del patrimonio histórico. Así que la razón por la cual la orden sigue vigente, es porque es legal. De igual manera que es por su inconstitucionalidad que la ley valenciana va a ser derogada.
En fin, la retirada del recurso impide en parte el bochorno del PP valenciano, pero no desbloquea el conflicto. El conflicto solo lo puede desbloquear la decisión de la alcaldesa de cumplir la ley, lo que es su obligación. Eso significa cumplir la orden ministerial vigente, que anula su plan de prolongación de Blasco Ibáñez, e impulsar un nuevo plan, participativo y abierto a todos los vecinos, que rehabilite el barrio sin destruirlo. Después de 15 años, seguimos insistiendo.
Fdo: Fernando Flores
LA PLATAFORMA SALVEM EL CABANYAL QUIERE ACLARAR LA CONFUSA Y FARSANTE RUEDA DE PRENSA DE LA ALCALDESA DE VALENCIA RITA BARBERA RESPECTO AL ACUERDO ADOPTADO POR EL CONSEJO DE MINISTROS DE AYER 31-X-2013
NOTAS SOBRE EL ACUERDO ADOPTADO EN RELACIÓN CON LA RETIRADA DEL RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD FRENTE A LA LEY 2/2010, DE LA GENERALITAT VALENCIANA JUNTO AL COMPROMISO DE PARALIZAR LA APLICACIÓN DEL PEPRI
I.- Planteamiento previo:
I. 1.- Sobre la Ley 2/2010 de 31 de marzo, de la Generalitat, de Medidas de Protección y Revitalización del Conjunto Histórico de la Ciudad de Valencia
La Ley 2/2010 de 31 de marzo, de la Generalitat, fue la norma nacida tras el Decreto-Ley de 7 de enero de 2010, de Medidas de Protección y Revitalización del Conjunto Histórico de la Ciudad de Valencia que declaró “expresamente” que el Plan Especial de Protección y Reforma (PEPRI) de El Cabanyal “no perjudica, daña o deteriora la protección del conjunto histórico de la ciudad contenida en el Decreto del Consell 57/1993, de 3 de mayo, por el que se declaró Bien de Interés Cultural (BIC) al conjunto histórico de Valencia.
Cuando se dictó dicho Decreto-Ley ya tuvimos ocasión de realizar las siguientes consideraciones, que ahora debemos recordar para centrar y analizar de forma adecuada las medidas adoptadas a fecha de hoy:
NOTAS SOBRE LA SITUACIÓN CREADA POR LA RESOLUCIÓN DE LA MINISTRA DE CULTURA Y EL DECRETO-LEY APROBADO EL DÍA DE HOY (07-01-2010) POR EL CONSELL DE LA GENERALITAT VALENCIANA.
Para el adecuado enfoque de la cuestión debemos partir de la distribución de competencias que en materia de Patrimonio Histórico, Cultural y Artístico, corresponden a la Generalitat Valenciana y al Estado.
El segundo, al amparo del art. 149.28 de la Constitución posee competencia para la defensa del patrimonio cultural, artístico y monumental español contra la exportación y la expoliación.
La Generalitat la posee en virtud del Estatuto de Autonomía, art. 49.1.5ª, que se la otorga de forma exclusiva en materia de Patrimonio histórico, artístico, monumental, arquitectónico, arqueológico y científico, sin perjuicio de lo que dispone el número 28 del apartado 1 del artículo 149 de la Constitución Española.
De este modo, la resolución ministerial no puede ser discutida en sede parlamentaria autonómica, ni menos aún por el Gobierno Autonómico dictando una norma con rango de Ley, como es el Decreto-Ley aprobado hoy y cuyo contenido es aún desconocido, y ello porque el pronunciamiento del ministerio es fruto de una competencia estatal, en cuanto se ciñe única y exclusivamente a pronunciarse sobre el expolio que supone la ejecución del PEPRI; únicamente cabrá discutir dicha resolución en sede judicial mediante el oportuno recurso contencioso-administrativo.
La Generalitat Valenciana, Consell o Corts Valencianes, no puede rectificar lo dicho por el Ministerio en esta materia por cuanto carece de competencia para ello; consecuentemente, la revisión de dicha decisión estatal, que es lo que parece que quiere ser el Decreto-Ley del Consell, resulta improcedente. Por más “alto” que lo quiera decir el Consell, elevando a rango legal la declaración de compatibilidad del PEPRI con el BIC, su pronunciamiento no puede variar ni un ápice la decisión del Ministerio, que es el competente legal para pronunciarse sobre si el PEPRI constituye o no un expolio del patrimonio histórico, y ante esta situación, el PEPRI seguirá suspendido en su eficacia y podrá impedirse toda suerte de actuaciones que vayan en contra de la decisión adoptada en la referida resolución.
Los actos administrativos son revisables por la jurisdicción contenciosa y, por más que quiera el gobierno autonómico valenciano, no puede sobreponer su palabra a la de la resolución ministerial.
Se impone pues, a la vista de la situación y aun a falta de conocer el Decreto-Ley del Consell, la interposición de un RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD en tanto la citada norma legal pretende desdecir al Ministerio en una materia que resulta ajena al ámbito autonómico.
Resulta insólito en nuestro ordenamiento jurídico e impropia de un Estado de Derecho la reacción airada del Consell, al dictar una norma con rango de Ley para subvenir a una “necesidad” concreta (¿Leyes a la carta?), para pretender oponerse y neutralizar una decisión “inconveniente” correcta y reglamentariamente adoptada por el órgano legalmente competente.
Tan desafortunada, impensable y desaforada ha sido la decisión legislativa del gobierno valenciano, al intentar desoír una resolución administrativa dictando una norma con rango de Ley que quiere neutralizar e inutilizar la decisión ministerial de existencia de expolio, que incluso podría pensarse en que la misma supone un modo de ilícito penal que, sin serlo estrictamente, se parece mucho a la prevaricación.
A expensas de conocer el contenido de la derogación anunciada del Decreto 57/1993 por el que se declara BIC el conjunto histórico de la ciudad de Valencia, parece inmotivada y arbitraria, por lo que habrá que proceder a atacar dicha decisión bien en la vía parlamentaria, bien en la vía jurisdiccional planteando recurso o cuestión de inconstitucionalidad.
En cualquier caso, el Decreto-Ley si que parece que va chocar de frente con el concepto iusnaturalista de toda norma jurídica, en tanto no ha sido dictada “con miras al bien común” sino a la satisfacción de intereses particulares y, concretamente, los del Ayuntamiento de Valencia.
En consecuencia, con las precauciones propias del desconocimiento del Decreto-Ley, debemos extraer las siguientes conclusiones:
– La decisión anunciada de derogar el Decreto 57/1993 parece arbitraria por inmotivada.
– La declaración de compatibilidad del PEPRI con el BIC es jurídicamente intranscendente en cuanto no puede sustituir a la declaración ministerial en cuanto al expolio.
– No podemos entender que el Decreto-Ley pueda alzar la suspensión del PEPRI declarada en la resolución del ministerio, esta solo podría alcanzarse en sede judicial.
– La declaración de expolio efectuada por el Ministerio obliga a revisar el PEPRI y a adaptarlo a los valores del BIC o, de no ser así, quedará este suspendido para siempre.
I. 2.- En cuanto al recurso de inconstitucionalidad frente a la Ley 2/2010, de 31 de marzo, de la Generalitat, de Medidas de Protección y Revitalización del Conjunto Histórico de la Ciudad de Valencia.
Como ya anunciásemos en nuestras consideraciones en el momento en el que fue dictada la Ley referida y su antecedente legislativo inmediato (el Decreto-Ley), el recurso de inconstitucionalidad del Gobierno de España no se hizo esperar, ya que la Ley 2/2010, suponía la excusa al amparo de la cual el Ayuntamiento de Valencia se permitió continuar con la ejecución del PEPRI, pese a la resolución ministerial por la cual se declaró suspendido.
Por virtud de la Providencia del Pleno del Tribunal Constitucional y a tenor del art. 30 de la Ley Orgánica del TC, se produjo la suspensión de la vigencia y aplicación de los preceptos impugnados (la práctica totalidad de la Ley) desde la fecha de interposición del recurso -9 de abril de 2010- para las partes del proceso -y desde el día en que fue publicada la suspensión en el Boletín Oficial del Estado para los terceros-.
En consecuencia, el Ayuntamiento carecía de instrumento jurídico alguno para poder llevar adelante la ejecución del PEPRI y, por tanto, los derribos.
Ya antes de conocer el resultado del acuerdo adoptado en el día de hoy dijimos que “el desistimiento que pudiera realizarse por la Administración del Estado respecto a dicho recurso de inconstitucionalidad daría lugar a la finalización del procedimiento, sin que el Tribunal constitucional hubiera podido pronunciarse sobre el fondo del asunto, y a la confirmación de la citada Ley, la cual entra en abierta contradicción con la competencia del Estado para declarar el expolio y la inidoneidad del Plan; en consecuencia, entendemos que ante cualquier acto administrativo que buscase fundamento en la referida Ley para llevar a ejecución el citado PEPRI, cuya suspensión aún sigue siendo efectiva por virtud de la resolución ministerial, podría dar lugar al planteamiento de un recurso contencioso-administrativo en el que debería plantearse la correspondiente cuestión de inconstitucionalidad de la citada Ley ante el órgano jurisdiccional que haya de conocer del mismo.”
I.3.- Consideraciones:
A la vista de lo expuesto, podemos adelantar las siguientes cuestiones:
La terminación del recurso de inconstitucionalidad anunciada por el Gobierno de España (desistimiento) NO ES LA CAUSA QUE MANTENÍA PARALIZADA LA APLICACIÓN DEL PEPRI, sino que esta venía dada por la Orden Ministerial que declaró que dicho Plan Especial de Protección resultaba un acto de expolio. Por este motivo el “compromiso” de mantener paralizados los derribos bien podrían habérselo ahorrado dado que estos (los derribos) se encuentran paralizados desde que fue dictada la Orden ministerial que declaró que el PEPRI es un acto de expolio y suspendió su ejecución, ordenando al Ayuntamiento de Valencia y a la Generalitat a estar y pasar por esta decisión.
El desistimiento del recurso de inconstitucionalidad respecto de una Ley que invade las competencias estatales –como se expone en las consideraciones previas- RESULTARÍA CONTRARIA A LOS PROPIOS INTERESES DEL ESTADO y, por tanto, INEXPLICABLE, SALVO QUE DICHA MEDIDA VAYA UNIDA A LA DEROGACIÓN INMEDIATA DE LA REFERIDA LEY, la cual, como también se dijo en nuestras anteriores consideraciones, resulta una norma estrafalaria, absurda y contraria a todo sentido jurídico, dictada al gusto del gobierno municipal para satisfacer el interés del mismo, a sabiendas de que la Ley contraviene las competencias constitucionales.
La derogación de la Ley 2/2010, por sí misma, no da solución a los problemas de aplicación del PEPRI del Cabanyal, los cuales solamente podrán solventarse si se redacta un nuevo Plan que de una vez por todas asuma la necesidad de prestar la protección adecuada a los valores patrimoniales que fueron declarados como tales por el Decreto 57/1993 por el que se declara BIC el conjunto histórico de la ciudad de Valencia. Esto es, en suma, lo que se está reconociendo expresamente en la noticia de prensa por parte del representante del Gobierno Autonómico.
En consecuencia, es ahora el momento de exigir a las tres Administraciones que han dado lugar al “feliz” acuerdo de voluntades con el que se pretende dar solución al problema del Cabanyal, que CUMPLAN la Orden Ministerial que obliga a redactar un nuevo Plan y que reconozcan la necesidad de proteger los referidos valores patrimoniales. En caso contrario, si lo que se pretende es buscar una salida de emergencia que no dé cumplimiento a dicha circunstancia de carácter imperativo, nada impedirá que dicha cuestión sea llevada ante los Tribunales de Justicia que serán quienes enjuicien, analicen y valoren nuevamente si el resultado de las “soluciones” pactadas entre tales Administraciones dan cumplimiento a una cosa que es clara y manifiesta y de la que no pueden escapar, cual es que el Plan del Cabanyal ha de proteger necesariamente los referidos valores patrimoniales establecidos en el Decreto que lo declara BIC.
En nuestra opinión parece que, por fin, el Gobierno autonómico ha reconocido (y se lo ha hecho reconocer al municipal) que, tanto la Generalitat como el Ayuntamiento de Valencia deben acatar la Orden Ministerial que fue dictada como consecuencia de las denuncias presentadas por la Plataforma. Así parece ser cuando se afirma abiertamente por el portavoz del Consell que deberán adaptar el PEPRI para hacerlo compatible con el Decreto 57/1993, por el que se declaró BIC al conjunto del Cabanyal.
Esto no es más que un reconocimiento explícito de que la Ley 2/2010 no fue más que una atrocidad legislativa vergonzante, que jamás debió haber tenido lugar, y cuya derogación resulta, más que plausible, urgente. En este sentido, el desistimiento del recurso de inconstitucionalidad anunciado por el Gobierno de España parece que pretende que no sea una sentencia del Tribunal Constitucional la que haga pública dicha circunstancia y que la misma quede como una decisión razonable adoptada por consenso entre nuestros gobernantes, antes que tener que pasar por la afrenta de ver declarada la nulidad de una Ley, cuyo contenido (por aberrante e inaudito), no tiene salvación ante el Tribunal Constitucional.
LA PLATAFORMA SALVEM EL CABANYAL QUIERE ACLARAR LA CONFUSA Y FARSANTE RUEDA DE PRENSA DE LA ALCALDESA DE VALENCIA RITA BARBERA RESPECTO AL ACUERDO ADOPTADO POR EL CONSEJO DE MINISTROS DE AYER 31-X-2013
NOTAS SOBRE EL ACUERDO ADOPTADO EN RELACIÓN CON LA RETIRADA DEL RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD FRENTE A LA LEY 2/2010, DE LA GENERALITAT VALENCIANA JUNTO AL COMPROMISO DE PARALIZAR LA APLICACIÓN DEL PEPRI
I.- Planteamiento previo:
I. 1.- Sobre la Ley 2/2010 de 31 de marzo, de la Generalitat, de Medidas de Protección y Revitalización del Conjunto Histórico de la Ciudad de Valencia
La Ley 2/2010 de 31 de marzo, de la Generalitat, fue la norma nacida tras el Decreto-Ley de 7 de enero de 2010, de Medidas de Protección y Revitalización del Conjunto Histórico de la Ciudad de Valencia que declaró “expresamente” que el Plan Especial de Protección y Reforma (PEPRI) de El Cabanyal “no perjudica, daña o deteriora la protección del conjunto histórico de la ciudad contenida en el Decreto del Consell 57/1993, de 3 de mayo, por el que se declaró Bien de Interés Cultural (BIC) al conjunto histórico de Valencia.
Cuando se dictó dicho Decreto-Ley ya tuvimos ocasión de realizar las siguientes consideraciones, que ahora debemos recordar para centrar y analizar de forma adecuada las medidas adoptadas a fecha de hoy:
NOTAS SOBRE LA SITUACIÓN CREADA POR LA RESOLUCIÓN DE LA MINISTRA DE CULTURA Y EL DECRETO-LEY APROBADO EL DÍA DE HOY (07-01-2010) POR EL CONSELL DE LA GENERALITAT VALENCIANA.
Para el adecuado enfoque de la cuestión debemos partir de la distribución de competencias que en materia de Patrimonio Histórico, Cultural y Artístico, corresponden a la Generalitat Valenciana y al Estado.
El segundo, al amparo del art. 149.28 de la Constitución posee competencia para la defensa del patrimonio cultural, artístico y monumental español contra la exportación y la expoliación.
La Generalitat la posee en virtud del Estatuto de Autonomía, art. 49.1.5ª, que se la otorga de forma exclusiva en materia de Patrimonio histórico, artístico, monumental, arquitectónico, arqueológico y científico, sin perjuicio de lo que dispone el número 28 del apartado 1 del artículo 149 de la Constitución Española.
De este modo, la resolución ministerial no puede ser discutida en sede parlamentaria autonómica, ni menos aún por el Gobierno Autonómico dictando una norma con rango de Ley, como es el Decreto-Ley aprobado hoy y cuyo contenido es aún desconocido, y ello porque el pronunciamiento del ministerio es fruto de una competencia estatal, en cuanto se ciñe única y exclusivamente a pronunciarse sobre el expolio que supone la ejecución del PEPRI; únicamente cabrá discutir dicha resolución en sede judicial mediante el oportuno recurso contencioso-administrativo.
La Generalitat Valenciana, Consell o Corts Valencianes, no puede rectificar lo dicho por el Ministerio en esta materia por cuanto carece de competencia para ello; consecuentemente, la revisión de dicha decisión estatal, que es lo que parece que quiere ser el Decreto-Ley del Consell, resulta improcedente. Por más “alto” que lo quiera decir el Consell, elevando a rango legal la declaración de compatibilidad del PEPRI con el BIC, su pronunciamiento no puede variar ni un ápice la decisión del Ministerio, que es el competente legal para pronunciarse sobre si el PEPRI constituye o no un expolio del patrimonio histórico, y ante esta situación, el PEPRI seguirá suspendido en su eficacia y podrá impedirse toda suerte de actuaciones que vayan en contra de la decisión adoptada en la referida resolución.
Los actos administrativos son revisables por la jurisdicción contenciosa y, por más que quiera el gobierno autonómico valenciano, no puede sobreponer su palabra a la de la resolución ministerial.
Se impone pues, a la vista de la situación y aun a falta de conocer el Decreto-Ley del Consell, la interposición de un RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD en tanto la citada norma legal pretende desdecir al Ministerio en una materia que resulta ajena al ámbito autonómico.
Resulta insólito en nuestro ordenamiento jurídico e impropia de un Estado de Derecho la reacción airada del Consell, al dictar una norma con rango de Ley para subvenir a una “necesidad” concreta (¿Leyes a la carta?), para pretender oponerse y neutralizar una decisión “inconveniente” correcta y reglamentariamente adoptada por el órgano legalmente competente.
Tan desafortunada, impensable y desaforada ha sido la decisión legislativa del gobierno valenciano, al intentar desoír una resolución administrativa dictando una norma con rango de Ley que quiere neutralizar e inutilizar la decisión ministerial de existencia de expolio, que incluso podría pensarse en que la misma supone un modo de ilícito penal que, sin serlo estrictamente, se parece mucho a la prevaricación.
A expensas de conocer el contenido de la derogación anunciada del Decreto 57/1993 por el que se declara BIC el conjunto histórico de la ciudad de Valencia, parece inmotivada y arbitraria, por lo que habrá que proceder a atacar dicha decisión bien en la vía parlamentaria, bien en la vía jurisdiccional planteando recurso o cuestión de inconstitucionalidad.
En cualquier caso, el Decreto-Ley si que parece que va chocar de frente con el concepto iusnaturalista de toda norma jurídica, en tanto no ha sido dictada “con miras al bien común” sino a la satisfacción de intereses particulares y, concretamente, los del Ayuntamiento de Valencia.
En consecuencia, con las precauciones propias del desconocimiento del Decreto-Ley, debemos extraer las siguientes conclusiones:
– La decisión anunciada de derogar el Decreto 57/1993 parece arbitraria por inmotivada.
– La declaración de compatibilidad del PEPRI con el BIC es jurídicamente intranscendente en cuanto no puede sustituir a la declaración ministerial en cuanto al expolio.
– No podemos entender que el Decreto-Ley pueda alzar la suspensión del PEPRI declarada en la resolución del ministerio, esta solo podría alcanzarse en sede judicial.
– La declaración de expolio efectuada por el Ministerio obliga a revisar el PEPRI y a adaptarlo a los valores del BIC o, de no ser así, quedará este suspendido para siempre.
I. 2.- En cuanto al recurso de inconstitucionalidad frente a la Ley 2/2010, de 31 de marzo, de la Generalitat, de Medidas de Protección y Revitalización del Conjunto Histórico de la Ciudad de Valencia.
Como ya anunciásemos en nuestras consideraciones en el momento en el que fue dictada la Ley referida y su antecedente legislativo inmediato (el Decreto-Ley), el recurso de inconstitucionalidad del Gobierno de España no se hizo esperar, ya que la Ley 2/2010, suponía la excusa al amparo de la cual el Ayuntamiento de Valencia se permitió continuar con la ejecución del PEPRI, pese a la resolución ministerial por la cual se declaró suspendido.
Por virtud de la Providencia del Pleno del Tribunal Constitucional y a tenor del art. 30 de la Ley Orgánica del TC, se produjo la suspensión de la vigencia y aplicación de los preceptos impugnados (la práctica totalidad de la Ley) desde la fecha de interposición del recurso -9 de abril de 2010- para las partes del proceso -y desde el día en que fue publicada la suspensión en el Boletín Oficial del Estado para los terceros-.
En consecuencia, el Ayuntamiento carecía de instrumento jurídico alguno para poder llevar adelante la ejecución del PEPRI y, por tanto, los derribos.
Ya antes de conocer el resultado del acuerdo adoptado en el día de hoy dijimos que “el desistimiento que pudiera realizarse por la Administración del Estado respecto a dicho recurso de inconstitucionalidad daría lugar a la finalización del procedimiento, sin que el Tribunal constitucional hubiera podido pronunciarse sobre el fondo del asunto, y a la confirmación de la citada Ley, la cual entra en abierta contradicción con la competencia del Estado para declarar el expolio y la inidoneidad del Plan; en consecuencia, entendemos que ante cualquier acto administrativo que buscase fundamento en la referida Ley para llevar a ejecución el citado PEPRI, cuya suspensión aún sigue siendo efectiva por virtud de la resolución ministerial, podría dar lugar al planteamiento de un recurso contencioso-administrativo en el que debería plantearse la correspondiente cuestión de inconstitucionalidad de la citada Ley ante el órgano jurisdiccional que haya de conocer del mismo.”
I.3.- Consideraciones:
A la vista de lo expuesto, podemos adelantar las siguientes cuestiones:
La terminación del recurso de inconstitucionalidad anunciada por el Gobierno de España (desistimiento) NO ES LA CAUSA QUE MANTENÍA PARALIZADA LA APLICACIÓN DEL PEPRI, sino que esta venía dada por la Orden Ministerial que declaró que dicho Plan Especial de Protección resultaba un acto de expolio. Por este motivo el “compromiso” de mantener paralizados los derribos bien podrían habérselo ahorrado dado que estos (los derribos) se encuentran paralizados desde que fue dictada la Orden ministerial que declaró que el PEPRI es un acto de expolio y suspendió su ejecución, ordenando al Ayuntamiento de Valencia y a la Generalitat a estar y pasar por esta decisión.
El desistimiento del recurso de inconstitucionalidad respecto de una Ley que invade las competencias estatales –como se expone en las consideraciones previas- RESULTARÍA CONTRARIA A LOS PROPIOS INTERESES DEL ESTADO y, por tanto, INEXPLICABLE, SALVO QUE DICHA MEDIDA VAYA UNIDA A LA DEROGACIÓN INMEDIATA DE LA REFERIDA LEY, la cual, como también se dijo en nuestras anteriores consideraciones, resulta una norma estrafalaria, absurda y contraria a todo sentido jurídico, dictada al gusto del gobierno municipal para satisfacer el interés del mismo, a sabiendas de que la Ley contraviene las competencias constitucionales.
La derogación de la Ley 2/2010, por sí misma, no da solución a los problemas de aplicación del PEPRI del Cabanyal, los cuales solamente podrán solventarse si se redacta un nuevo Plan que de una vez por todas asuma la necesidad de prestar la protección adecuada a los valores patrimoniales que fueron declarados como tales por el Decreto 57/1993 por el que se declara BIC el conjunto histórico de la ciudad de Valencia. Esto es, en suma, lo que se está reconociendo expresamente en la noticia de prensa por parte del representante del Gobierno Autonómico.
En consecuencia, es ahora el momento de exigir a las tres Administraciones que han dado lugar al “feliz” acuerdo de voluntades con el que se pretende dar solución al problema del Cabanyal, que CUMPLAN la Orden Ministerial que obliga a redactar un nuevo Plan y que reconozcan la necesidad de proteger los referidos valores patrimoniales. En caso contrario, si lo que se pretende es buscar una salida de emergencia que no dé cumplimiento a dicha circunstancia de carácter imperativo, nada impedirá que dicha cuestión sea llevada ante los Tribunales de Justicia que serán quienes enjuicien, analicen y valoren nuevamente si el resultado de las “soluciones” pactadas entre tales Administraciones dan cumplimiento a una cosa que es clara y manifiesta y de la que no pueden escapar, cual es que el Plan del Cabanyal ha de proteger necesariamente los referidos valores patrimoniales establecidos en el Decreto que lo declara BIC.
En nuestra opinión parece que, por fin, el Gobierno autonómico ha reconocido (y se lo ha hecho reconocer al municipal) que, tanto la Generalitat como el Ayuntamiento de Valencia deben acatar la Orden Ministerial que fue dictada como consecuencia de las denuncias presentadas por la Plataforma. Así parece ser cuando se afirma abiertamente por el portavoz del Consell que deberán adaptar el PEPRI para hacerlo compatible con el Decreto 57/1993, por el que se declaró BIC al conjunto del Cabanyal.
Esto no es más que un reconocimiento explícito de que la Ley 2/2010 no fue más que una atrocidad legislativa vergonzante, que jamás debió haber tenido lugar, y cuya derogación resulta, más que plausible, urgente. En este sentido, el desistimiento del recurso de inconstitucionalidad anunciado por el Gobierno de España parece que pretende que no sea una sentencia del Tribunal Constitucional la que haga pública dicha circunstancia y que la misma quede como una decisión razonable adoptada por consenso entre nuestros gobernantes, antes que tener que pasar por la afrenta de ver declarada la nulidad de una Ley, cuyo contenido (por aberrante e inaudito), no tiene salvación ante el Tribunal Constitucional.
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