Comunicat de premsa de la AVV Cabanyal-Canyamelar – Degradació al barri

Ante la constatación de la existencia de situaciones de grave insalubridad y riesgo directo para la salud (roedores, focos de infección, pulgas, riesgo de incendio, etc) de las personas (moradores y vecinos del entorno) así como perdida de la seguridad constructiva que se puede estar produciendo en el interior de algunas propiedades municipales o privadas, que se encuentran ocupadas ilegalmente, o tapiadas a las que se ha accedido a través de orificios desde las viviendas colindantes, en edificios situados en la zona afectada por la prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez, y cuya causa principal se debe a la inexistencia de unas condiciones mínimas de higiene y a la acumulación de todo tipo de residuos de dudosa y diversa procedencia, amontonados en el interior de dichos edificios, desde la Asociación de Vecinos Cabanyal-Canyamelar queremos anunciar que nos disponemos a presentar un requerimiento ante el Ayuntamiento de Valencia y la Consellería de Sanidad, para que se proceda a una inspección del estado en el que se encuentran cada una de las propiedades de la empresa pública PLAN CABANYAL-CANYAMELAR, así como del AYUNTAMIENTO-AUMSA, que están siendo ocupadas ilegalmente, en el ámbito del PEPRI Cabanyal-Canyamelar y que forman parte de un listado de dichas propiedades, facilitado por la empresa pública PLAN CABANYAL-CANYAMELAR, de la que el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana forman parte, al objeto de como propietarios de las mismas, garantizar las condiciones de salubridad, higiene y seguridad, en cada una de ellas, tanto para sus ocupantes, como para los vecinos, entre los que se hallan numerosos menores de edad.

Cualquier vecino que tenga una propiedad en el Cabanyal, al lado o en las proximidades de alguna de estas propiedades municipales abandonadas, sabe lo que es sufrir en carne propia las consecuencias de lo que se ha venido a llamar el “mobbing inmobiliario” y que no es más que una modalidad de “acoso que consiste en provocar molestias a los vecinos a fin de que abandonen su vivienda habitual”.

Es la propia administración municipal, en el caso del Cabanyal, la que por acción, o por dejación intencionada de sus responsabilidades, está contribuyendo a que la degradación extienda sus raíces por el barrio, convirtiendo las propiedades municipales abandonadas en focos de degradación, y en particular aquellas que acaban siendo ilegalmente ocupadas, en la avanzadilla de esta particular modalidad de mobbing inmobiliario. Podremos discutir sobre la intencionalidad o dejadez municipal y sobre la instrumentalización institucional de ciertos grupos marginales que las ocupan, pero las molestias existen, y las consecuencias están a la vista de todos. No sirve que el Ayuntamiento de Valencia se mantenga a la espera de decisiones del gobierno de la nación o de los tribunales. La responsabilidad de esta situación es única y exclusivamente suya, como lo es la de cualquier propietario que abandona sus propiedades.

Una de las características de esta práctica institucional es el sistemático incumplimiento de sus propias ordenanzas municipales: solares sin vallar, solares vallados abandonados, repletos de suciedad y vegetación; edificios que son alquilados como almacén, pero se usan como “vivienda habitual”, sin que reúnan las más mínimas condiciones; edificios cuya ocupación ilegal se consiente sin que nos conste la existencia de denuncia judicial del hecho por parte de su propietario, el Ayuntamiento; edificios que se convierten en almacenes de toda clase de objetos diversos, extraídos de la basura o de alguna “apropiación indebida”; edificios que se convierten en un autentico polvorín, que puede desencadenar plagas de roedores, insectos, pulgas, etc., y cualquier tipo de brote infeccioso que uno pueda imaginar. Edificios protegidos con orificios abiertos en sus cubiertas para propiciar su ruina. Imágenes todas ellas que recuerdan al más miserable de los chabolismos tercermundistas, pero situadas en uno de los centros históricos de esta ciudad, en casas del Cabanyal, a un paso de la playa y al lado del lujoso Hotel Las Arenas, que este pasado fin de semana ha sido residencia de los señores de la F1, ignorantes de la realidad de uno de los barrios que soportan las molestias de su intocable negocio.

Es por ello que hartos de soportar esta situación y recogiendo el clamor de muchos vecinos del Cabanyal-Canyamelar, desde la Asociación de Vecinos animamos a acudir a la convocatoria unitaria de mañana martes 26 de junio, a las 19,30, en el Ateneo Marítimo, donde presentaremos nuestra propuesta de denuncia, con el ánimo de que entre todos seamos capaces de concretar iniciativas, que tengan por finalidad, requerir ante el Ayuntamiento de Valencia que no siga haciendo dejación de sus responsabilidades en este asunto.

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