Comunicat de l’Associació de Veïns
Ante la inadmisión a trámite por parte del Tribunal Supremo de la querella presentada por el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana contra la Ministra de Cultura, Dña. Ángeles González Sinde, desde la Asociación de vecinos Cabanyal-Canyamelar queremos manifestar lo siguiente:
– Este nuevo revés judicial sufrido por ambas administraciones en su ansia por llevar adelante este proyecto urbanístico, debería ser motivo de reflexión por su parte, tanto por los objetivos que persigue, como por las estrategias que han venido desarrollando para llevarlo adelante.
– No basta con decir que se acata una resolución de los tribunales, pues no se puede esperar menos de una administración responsable. Los múltiples rechazos que ha venido recibiendo el PEPRI del Cabanyal-Canyamelar desde distintas instituciones y organizaciones del mundo de la cultura, deberían cuanto menos permitir abrir un paréntesis que hiciera posible el dialogo entre los distintos agentes en conflicto. El ayuntamiento de Valencia ha ido durante estos 13 años “a peñón fijo”, arrastrando en su empeño a la administración autonómica. Hay que recordar que la aprobación de este plan por parte de la Consellería de Cultura ya le resultó ser una tarea difícil de digerir.
– Trece años han pasado desde que se puso en marcha este proyecto y las circunstancias actuales en nada se parecen a las de aquel momento. Lo que empezó siendo un problema local se ha convertido en una cuestión que ha merecido ser tenida en cuenta por una organización internacional del prestigio de la World Monuments Fund, que ha incluido al Cabanyal-Canyamelar en la lista de monumentos del mundo en peligro de desaparición y deterioro, en nuestro caso por el “riesgo de destrucción del tejido histórico y de edificaciones consideradas BIC, así como al estado de abandono”, y se ha comprometido a trabajar con nuestra asociación para protegerlo y conservarlo, así como a buscar una solución consensuada con los poderes públicos.
– Es por ello que una vez más hacemos un llamamiento a todas las administraciones, organizaciones sociales, políticas y culturales, que se han venido pronunciando sobre este conflicto, a que muestren su posición abierta al dialogo y se sienten con los vecinos y comerciantes de esta parte de la ciudad de Valencia, para entre todos encontrar una solución que permita afrontar un futuro de progreso, que no pasa por la destrucción de una parte importante del mismo, sino por la potenciación de la calidad de vida y la creación de riqueza, dos conceptos que la política municipal ha olvidado para nuestro barrio.Ante la inadmisión a trámite por parte del Tribunal Supremo de la querella presentada por el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana contra la Ministra de Cultura, Dña. Ángeles González Sinde, desde la Asociación de vecinos Cabanyal-Canyamelar queremos manifestar lo siguiente:
– Este nuevo revés judicial sufrido por ambas administraciones en su ansia por llevar adelante este proyecto urbanístico, debería ser motivo de reflexión por su parte, tanto por los objetivos que persigue, como por las estrategias que han venido desarrollando para llevarlo adelante.
– No basta con decir que se acata una resolución de los tribunales, pues no se puede esperar menos de una administración responsable. Los múltiples rechazos que ha venido recibiendo el PEPRI del Cabanyal-Canyamelar desde distintas instituciones y organizaciones del mundo de la cultura, deberían cuanto menos permitir abrir un paréntesis que hiciera posible el dialogo entre los distintos agentes en conflicto. El ayuntamiento de Valencia ha ido durante estos 13 años “a peñón fijo”, arrastrando en su empeño a la administración autonómica. Hay que recordar que la aprobación de este plan por parte de la Consellería de Cultura ya le resultó ser una tarea difícil de digerir.
– Trece años han pasado desde que se puso en marcha este proyecto y las circunstancias actuales en nada se parecen a las de aquel momento. Lo que empezó siendo un problema local se ha convertido en una cuestión que ha merecido ser tenida en cuenta por una organización internacional del prestigio de la World Monuments Fund, que ha incluido al Cabanyal-Canyamelar en la lista de monumentos del mundo en peligro de desaparición y deterioro, en nuestro caso por el “riesgo de destrucción del tejido histórico y de edificaciones consideradas BIC, así como al estado de abandono”, y se ha comprometido a trabajar con nuestra asociación para protegerlo y conservarlo, así como a buscar una solución consensuada con los poderes públicos.
– Es por ello que una vez más hacemos un llamamiento a todas las administraciones, organizaciones sociales, políticas y culturales, que se han venido pronunciando sobre este conflicto, a que muestren su posición abierta al dialogo y se sienten con los vecinos y comerciantes de esta parte de la ciudad de Valencia, para entre todos encontrar una solución que permita afrontar un futuro de progreso, que no pasa por la destrucción de una parte importante del mismo, sino por la potenciación de la calidad de vida y la creación de riqueza, dos conceptos que la política municipal ha olvidado para nuestro barrio.Ante la inadmisión a trámite por parte del Tribunal Supremo de la querella presentada por el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana contra la Ministra de Cultura, Dña. Ángeles González Sinde, desde la Asociación de vecinos Cabanyal-Canyamelar queremos manifestar lo siguiente:
– Este nuevo revés judicial sufrido por ambas administraciones en su ansia por llevar adelante este proyecto urbanístico, debería ser motivo de reflexión por su parte, tanto por los objetivos que persigue, como por las estrategias que han venido desarrollando para llevarlo adelante.
– No basta con decir que se acata una resolución de los tribunales, pues no se puede esperar menos de una administración responsable. Los múltiples rechazos que ha venido recibiendo el PEPRI del Cabanyal-Canyamelar desde distintas instituciones y organizaciones del mundo de la cultura, deberían cuanto menos permitir abrir un paréntesis que hiciera posible el dialogo entre los distintos agentes en conflicto. El ayuntamiento de Valencia ha ido durante estos 13 años “a peñón fijo”, arrastrando en su empeño a la administración autonómica. Hay que recordar que la aprobación de este plan por parte de la Consellería de Cultura ya le resultó ser una tarea difícil de digerir.
– Trece años han pasado desde que se puso en marcha este proyecto y las circunstancias actuales en nada se parecen a las de aquel momento. Lo que empezó siendo un problema local se ha convertido en una cuestión que ha merecido ser tenida en cuenta por una organización internacional del prestigio de la World Monuments Fund, que ha incluido al Cabanyal-Canyamelar en la lista de monumentos del mundo en peligro de desaparición y deterioro, en nuestro caso por el “riesgo de destrucción del tejido histórico y de edificaciones consideradas BIC, así como al estado de abandono”, y se ha comprometido a trabajar con nuestra asociación para protegerlo y conservarlo, así como a buscar una solución consensuada con los poderes públicos.
– Es por ello que una vez más hacemos un llamamiento a todas las administraciones, organizaciones sociales, políticas y culturales, que se han venido pronunciando sobre este conflicto, a que muestren su posición abierta al dialogo y se sienten con los vecinos y comerciantes de esta parte de la ciudad de Valencia, para entre todos encontrar una solución que permita afrontar un futuro de progreso, que no pasa por la destrucción de una parte importante del mismo, sino por la potenciación de la calidad de vida y la creación de riqueza, dos conceptos que la política municipal ha olvidado para nuestro barrio.
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