INFORME SOBRE LA CERÁMICA DE APLICACIÓN ARQUITECTÓNICA PRESENTE EN EL BARRIO MARÍTIMO DEL CABANYAL
Carmen Sevilla Madrid. Licenciada en Historia del Arte. Perito en Cerámica Artística. Exprofesora de la Escuela Superior de Cerámica de Manises Exdirectora de la Escuela de Arte y Diseño de Teruel Profesora de la Escuela de Arte y Diseño de Castellón
La Cerámica de aplicación arquitectónica ha sido una de las producciones artísticas más emblemáticas y significativas de la cultura valenciana.

Revestimiento completo de fachada
Las producciones de azulejos medievales, principalmente de Manises eran reclamadas y adornaron Palacios e Iglesias de toda Europa, gozando de un gran prestigio internacional.
Esta tradición en la producción de Cerámica Arquitectónica perdurará a lo largo de los siglos añadiéndose nuevos centros de manufactura: Valencia y Alcora en el siglo XVIII, algo más tarde Onda y Ribesalbes, y finalmente en el siglo XX la provincia de Castellón destacará como exportadora de este producto cerámico y como uno de los sectores económicos en alza.
A lo largo de estos cinco siglos de tradición continuada destacan hitos de especial trascendencia en la importancia, calidad y vanguardia de los diseños cerámicos. Uno de estos hitos acontecerá entre la segunda mitad del siglo XIX, momento en el que comienza una incipiente industrialización de los Centros Cerámicos Valencianos, y la Guerra Civil de 1936. Las cerámicas embellecerán y caracterizaran la arquitectura valenciana del momento y en especial la arquitectura del modernismo popular en el Cabanyal.
La producción de Cerámica Arquitectónica en este periodo, gozará de un auge espectacular, colocándose los centros valencianos de Manises, Onda, Castellón, Valencia y Alcora, a la cabeza de la producción española [1].
Diversos factores se conjugarán para dar lugar a una eclosión de luz y color aplicada a la arquitectura. Además de la industrialización de los procesos de producción, en estos momentos se experimenta un crecimiento demográfico importante de la población valenciana, unido a un crecimiento económico protagonizado por una burguesía ascendente que impulsará un proceso de renovación urbana y de reforma y modernización de las viviendas. Otros factores de peso serán la aparición de una corriente higienista y la de un nuevo estilo, el Modernismo.

Detalle de revestimiento completo de fachada y piezas complementarias con un diseño historicista
La primera fue una consecuencia lógica de los nuevos aires de modernidad, de la vida moderna en la que la salud y la mejora de las condiciones de vida son valores en alza. La cerámica ofrecía características acordes con estos conceptos por su capacidad de revestir y aislar al tiempo de su fácil limpieza.
Con la aparición del Modernismo asistimos a una inestimable revalorización de la cerámica arquitectónica, utilizándola con profusión como elemento definitorio de su estética.
Es por estas fechas cuando comienza el derribo de las murallas en Valencia (1865) y se aprueba el proyecto definitivo del Ensanche en 1884[2]. Comienza la renovación urbana y se construyen edificios y viviendas que responden al nuevo gusto de la época. Las nuevas arquitecturas responden a los nuevos criterios estilísticos: los historicismos y el eclecticismo. Las fábricas de cerámica valencianas producirán aplicaciones siguiendo los nuevos estilos: diseños neogóticos, neomudéjares, neorrenacentistas, de tradición popular, etc. Posteriormente llegan a Valencia los nuevos estilos europeos, primero la tendencia Art Nouveau de Bélgica y Francia y después lainfluencia de la Sezession de Viena y de la Escuela de Glasgow[3]. Bajo estas nuevas influencias se construyen edificios emblemáticos en la ciudad como la Estación del Norte (1906) de Demetri Ribes, el Mercado Central (1928) de Alejandro Soler y Francisco Guardia, y el Mercado de Colón (1914/16) de Francisco Mora. En todos ellos la cerámica proporciona carácter al edificio, define y se integra en el concepto de la arquitectura en su conjunto.
Arquitectura popular.

Revestimiento con azulejo seriado
Si volvemos la mirada hacia los Poblados Marítimos vemos como no son ajenos a todos estos acontecimientos. Será también en este periodo, desde el incendio de 1875 hasta la Guerra Civil, cuando se vayan sustituyendo la práctica totalidad de las barracas originarias por casas de obra. A este proceso de renovación urbanística se suma el hecho de que el Cabanyal se convierte en la zona de veraneo de los habitantes de la ciudad de Valencia, que se construyen casas y chalets o alquilan viviendas en la zona.
Las nuevas arquitecturas tendrán como modelos las edificaciones burguesas de la ciudad y los edificios emblemáticos que anteriormente hemos nombrado. Sin embargo no será una arquitectura culta sino una arquitectura de tipo popular en la que propietario y maestro de obras conjugan sus ideas dando como resultado peculiares, ricos y magníficos ejemplos de creación libre e ingenua.
Uno de los principales elementos definitorios de la estética del modernismo popular será la cerámica arquitectónica. “(…) esta zona adquiere una fuerte personalidad, acentuada por la aparición de una peculiar arquitectura que reinterpreta con características naif la decoración culta del modernismo y la sezession, en el peculiar tratamiento de la cerámica vidriada para la ornamentación de las fachadas.”[4] Pero la cerámica en las aplicaciones que encontramos en esta zona no es tratada como un mero elemento ornamental sino que se muestra íntimamente ligada a la arquitectura de forma que son indivisibles las partes sino se quiere desvirtuar el carácter del edificio, el concepto en su conjunto. Aparecen diseños historicistas, composiciones eclécticas, Art Nouveau, modernistas tipo Sezession, del llamado Art Decó, incluso la cerámica aparece en edificios de tipología racionalista.

Revestimiento combinado con azulejo biselado y decorado
En cuanto a la Tipología de Aplicaciones cerámicas, en el Cabanyal encontramos una amplia diversidad que abarca casi todo el abanico de posibilidades:
1. Elementos Estructurales.

Revestimiento de paños de fachada con gres porcelánico tipo Nolla
Fábrica de ladrillo. En ocasiones revestida de estuco u otro tipo de aplicaciones cerámicas, pero en otros casos encontramos una arquitectura de ladrillo cara vista que resuelve los distintos volúmenes de la fachada, el remarque de los vanos, dinteles, cornisas, guardapolvos, voladizos, etc.
2. Pavimentos.
Normalmente los pavimentos se resuelven con losetas hidráulicas que imitan los diseños cerámicos, pero también se utiliza el pavimento de mosaico cerámico en edificios con mayores presupuestos[5]. Este tipo de pavimento se componía con piezas pequeñas de diferente tamaño y geometría realizadas con gres porcelánico coloreado en masa, fabricado con monococción a 1300ºC. Este material constituía un producto a la vanguardia de las mejoras tecnológicas de la época ya que sus características técnicas permitían una gran durabilidad y resistencia. Este producto lo producía la Fábrica de Mosaico Nolla situada en Meliana, imitando los modelos de la fábrica inglesa de Maw. Las posibilidades de diseño por combinación de las teselas eran casi infinitas y los proyectos de colocación eran de tipo personalizado y dado su elevado coste en el Cabanyal lo encontramos principalmente en paños de fachada, dinteles corridos, etc.
3. Revestimientos horizontales

Sotabalcón, molduras, placas de señalización, dovela y ménsula de loza
3.1. Sotabalcones.
Los encontramos principalmente en las arquitecturas más antiguas, correspondiendo también su decoración a diseños de la segunda mitad del siglo XIX. Si bien también aparecen piezas de relieve posteriores, de una gran calidad, en arquitecturas que muestran un gusto más refinado.
3.2. Voladizos.
3.3. Alféizar
4. Revestimientos de paramentos verticales planos.
Dentro de esta categoría observamos todo tipo de aplicaciones.
4.1. Una de las mas llamativas es el revestimiento completo de fachada respondiendo a diferentes criterios según la arquitectura: como un gran telón de fondo en el que como dice Josep Boira[6] se exterioriza la vida cotidiana hacia la calle como escenario. Las combinaciones, cada una con su propia personalidad van desde los diseños más sencillos hasta las resoluciones más estudiadas
4.1.1. Revestimientos monócromos combinados con resaltes en estuco
4.1.2. Revestimientos monócromos combinados con azulejos decorados
4.1.3. Revestimientos bicromáticos sencillos o combinados
4.1.4. Revestimientos polícromos tipo mosaico
4.1.5. Revestimientos con azulejos decorados, sencillos o combinados, etc.

Arrimadero
4.2. Arrimaderos
Este tipo de aplicaciones consiste en el revestimiento a modo de zócalo de aproximadamente un metro de altura que recorre el perímetro de estancias del interior de la vivienda o las escaleras de acceso a las plantas superiores. En el Cabanyal se utilizaron profusamente ya que además de embellecer las entradas y salones de las casas, aislaban de la humedad en las plantas bajas. Como curiosidad en este barrio también los encontramos en las habitaciones y en algún caso en fachadas a la altura de la balconada. Las tipologías que encontramos son las siguientes:
4.2.1. De paño liso
4.2.2. Seriado
4.2.3. Corrido
4.2.3.1. Por repetición sencilla o en banda vertical
4.2.3.2. Por repetición compleja
4.2.3.2.1. Completa
4.2.3.2.2. Subordinada
4.2.3.2.3. Descendente
4.2.3.2.4. Ascendente
4.2.4. Combinado
4.3. En este apartado tendríamos también que incluir otro tipo de aplicaciones como los paños de fachada, líneas de imposta, frisos, hastiales, elementos de remate, marcos de vano, jambas, dovelas, aleros, etc.
5. Sistemas de cubierta
5.2. Las cubiertas son de teja árabe o planas de loseta de terracota
5.3. Aquí destacan las piezas de forma que encontramos como gárgolas, acróteras, pináculos y remates.
6. Revestimientos murales
Abundan los paneles religiosos de Vía Crucis, que marcan los pasos que forman parte de la conocida Semana Santa Marinera, la segunda fiesta popular y de tradición en Valencia, después de las Fallas. También encontramos algún panel religioso dedicados a advocaciones.
7. Sanitarios
Encontramos revestimientos de baño, algunas piezas complementarias y todavía se pueden observar sistemas de canalización realizadas en terracota.
8. Cerámicas ornamentales
De este tipo de cerámicas las que más destacan son las ménsulas, dovelas, aleros, remates, pináculos, medallones, respiraderos y cabujones.
9. Mobiliario residencial
Con respecto a estas tipologías se dispone de menos información pues todavía está en proceso de elaboración un trabajo de campo exhaustivo, pero tras las primeras prospecciones se ha verificado la presencia de bancos, fuentes, sinaís, maceteros y jardineras.
En cuanto a la tipología de piezas el Cabanyal ofrece un muestrario rico de las variedades de la época:
1. De superficie plana abundan el azulejo sencillo y el biselado en diversos formatos. Pero también encontramos tacos u olambrillas, cenefas, teselas, cintas, rodapiés y zócalos (sencillos y con bisel superior.
2. Piezas Complementarias. Completando revestimientos se utilizan piezas esquineras (cubrecanto sencillo y con ángulo, zócalos cubrecanto, y cubrecantos con ángulo) y remates (molduras planas o sencillas, baquetillas, ángulos salientes de moldura sencilla y ángulos de baquetilla.

Piezas de forma de loza y ladrillos vidriados
Si enfocamos nuestro análisis desde el punto de vista de la tecnología de producto el Cabanyal muestra piezas de terracota, mayólica, loza calcárea y gres compuesto, lo que muestra la riqueza y variedad de productos.
Analizando los procedimientos decorativos comprobamos que predomina la cerámica vidriada, al ser la más aconsejable en la época, para exteriores dada su resistencia, su falta de necesidad de mantenimiento (al contrario de lo que sucede con las superficies pintadas o encaladas) y su fácil limpieza. Pero también encontramos piezas de monococción coloreadas en masa, caladas y con relieves, así como decoraciones a Tercer Fuego de reflejo metálico (técnica heredada de la tradición musulmana, en la que Manises ha destacado desde la época medieval. Probablemente estas piezas proceden de la fábrica de La Ceramo de Benicalap o de la fábrica de Gimeno Díez de Manises que fue la que realizó las piezas con esta técnica para el Ayuntamiento y el Mercado Central de Valencia[7]).
Volviendo a las cerámicas vidriadas las encontramos con vidriados de colores planos o decoradas con diferentes técnicas:
– Pintadas a mano con pincel probablemente sobre estarcidos. Este tipo de decoración se asocia sobretodo con los revestimientos murales de tipo religioso, y las imitaciones de marmoleado.
– Pintadas por el sistema de trepas. Este procedimiento fue el inicio de una incipiente industrialización, ya que se trata de un sistema semiartesanal. Las altas cotas de calidad y perfección alcanzadas por las fábricas valencianas en este tipo de decoración quedan patentes en el amplísimo muestrario que encontramos en los poblados marítimos y serán junto con el mosaico y los dameros las técnicas decorativas cerámicas que caracterizarán el denominado modernismo popular valenciano.

Piezas de superficie plana y complementarias
– Estampaciones, que parecen realizadas con la técnica desarrollada por la Fábrica de Pickman (la Cartuja de Sevilla), con prensas de vapor.
– Estampaciones serigráficas.
– Decoradas con entubado, este tipo de producto por su complejidad y materiales no lo manufacturaban todas las fábricas, constituía un producto de vanguardia especialmente valorado.
– Azulejos arista, técnica con la que sucedía lo mismo que con la anterior.
Si nos atenemos a las composiciones ornamentales, encontramos un muestrario amplísimo: composiciones lineales o de bandas, sembrados, cuadriculados sencillos, rombolidales, sinusoides u ortogonales, dameros, composiciones radiales, etc.
Conclusiones finales.
El conjunto del Cabanyal-Canyamelar-Cap de França es un todo unitario a nivel urbanístico y arquitectónico con unas peculiaridades únicas por las que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1.993. La arquitectura de tipo popular que lo caracteriza muestra unas tipologías irrepetibles en las que la cerámica es un elemento característico y como se puede concluir de lo expuesto anteriormente, de una riqueza casi inabarcable tanto por la personalidad y peculiaridad de las composiciones como por la variedad de estilos, motivos ornamentales y características técnicas de producto.
Constituye una colección de las producciones cerámicas valencianas de finales del siglo XIX hasta la Guerra Civil española, digna de catalogarse como un museo al aire libre. La Comunidad Valenciana tiene entre sus principales ingresos los derivados del turismo y dentro de este sector destaca cada vez más el llamado turismo cultural frente al turismo de puro entretenimiento y descanso. La sociedad se interesa más que nunca por el patrimonio histórico y disfrutar de él es uno de sus objetivos para su tiempo libre. Acorde con este espíritu dentro de la disciplina de la Museología surge un proyecto llamado Museo sin Fronteras, original apuesta experimentada primero en Austria, con excelentes resultados y después en Alemania e Italia, que “consiste en aplicar técnicas museológicas al territorio, a objetos y lugares que no pueden encerrarse ni transportarse y que es necesario ir a ver en su contexto originario: proponer el territorio escogido como una sala de exposición a cielo abierto”[8]. España desde 1995 participa en esta cooperación cultural con dos itinerarios. Después de un verdadero y serio plan de conservación y rehabilitación (en los casos necesarios) el Cabanyal-Canyamelar-Cap de França podría constituir un itinerario nuevo de Museo sin Fronteras , puesto que en lo que respecta a cerámica arquitectónica se le puede calificar actualmente de museo al aire libre.
Diversas instituciones y entidades han manifestado la importancia de medidas especiales de conservación y estudio de estas producciones ya que como dice Antonio Perca al respecto “los casos más significativos de la pérdida de una parte de nuestra identidad, sean los que se refieren a esa faceta del desarrollo urbano más cotidiano, en forma de viviendas de carácter menos ostentoso (…). Manifestaciones expuestas en un mayor grado a la incomprensión, a la falta de sensibilidad”. “Demasiado comunes son argumentos tales , y tan peregrinos en la mayoría de los casos, como la escasa significación histórico-artística de las composiciones, el escaso valor preferentemente cuando de elementos industriales se trata, … el no estar acordes con los nuevos usos, etc., etc. Unos argumentos que la mayoría de las veces no son sino la máscara del desconocimiento y de la falta de sensibilidad hacia el pasado”.[9]
Las medidas de protección y conservación son urgentes, la Cerámica de Aplicación Arquitectónica que luce y personaliza al Cabanyal constituye una manifestación artística única dentro del Arte, la Cultura y la Historia del pueblo valenciano, que ha tenido en la cerámica uno de los testimonios más representativos de su cultura a lo largo de la historia (como se resumió en la introducción). Su destrucción sería una pérdida artística y cultural irreparable y no sólo eso sino que además con ella desaparecería una de las principales fuentes documentales para reconstruir la historia y cronología de las fábricas valencianas que dieron origen al peculiar modernismo valenciano, y de fuente de información sobre procesos relativos a la Historia de la Cerámica y del Diseño.
“ Destruir o eliminar no sólo es el resultado de una acción negativa, sino también el de la omisión y falta de acciones para evitar la destrucción”[10]
“… se entiende por expoliación toda acción u omisión que ponga en peligro de pérdida o destrucción todos o algunos de los valores de los bienes que integran el Patrimonio Histórico Español”[11]
“La noción de monumento histórico comprende tanto la creación arquitectónica aislada, como el ambiente urbano o paisajístico que constituya el testimonio de una civilización particular, de una evolución significativa o de un acontecimiento histórico. Esta noción se aplica no sólo a las grandes obras, sino también a las obras modestas que con el tiempo hayan adquirido un carácter cultural.”[12]
La Cerámica Arquitectónica del Cabanyal que algunos podrían calificar de manifestación artística modesta contemplada aisladamente, es innegable que en conjunto adquiere una calificación de importante, calificación que fue refrendada con la declaración de este conjunto como, B.I.C. en 1993, entre otras cosas por el desarrollo de una arquitectura popular de clara raigambre eclecticista. El conjunto de cerámica existente en el Cabanyal-Canyamelar-Cap de França constituye una colección de cerámica valenciana de finales del XIX y primera mitad del XX única en Europa, tanto por sus características anteriormente resumidas, como por la densidad de su presencia. La descatalogación de 363 edificios que representan un 47% del total de protegidos, el derribo de más de 1.600 viviendas y la sustitución por nuevas edificaciones de arquitectura extraña para este barrio, formando una barrera entre los restos de cerámica que quedaran, implicaría una destrucción del conjunto que hoy forma la cerámica existente, con pérdida irreparable de los valores que representa este conjunto.
Carmen Sevilla Madrid. Licenciada en Historia del Arte.
Perito en Cerámica Artística. Profesora de la Escuela Superior de Cerámica de Manises.
[1] J. Pérez Camps y R. Requena Díez Taulells de Manises 1.900-1936 Ayuntamiento de Manises y Museo de Cerámica de Manises 1987
[2]D. Benito Goerlich La Arquitectura del Eclecticismo en Valencia Ayuntamiento de Valencia 1983
[3] C. Gracia Història de l’Art Valencià Edicions Alfons el Magnànim 1995
[4] C. Gracia
[5] R. Pastor Vila Análisis y recopilación tipológica de vivienda en el Cabanyal-Canyamelar: 1900-1936 Master Técnicas de intervención en el Patrimonio Arquitectónico. Universidad Politécnica de Valencia 1995
[6] Josep V. Boira Maiques Valencia Barrio a Barrio. El Cabanyal-Canyamelar. Ayuntamiento de Valencia 1987
[7] J. Pérez Camps y R. Requena Díez
[8] Luca de Tena, Consuelo. “Museo sin Fronteras” Descubrir el Arte Año III nº25. Marzo 2001Alianza Ediciones. Madrid
[9] Antonio Perla Principios y Criterios para la Restauración de la Cerámica Aplicada a la Arquitectura. Ponencia del Seminario Rehabilitación de la Azulejería en la Arquitectura celebrado en Valencia en Noviembre de 1.993. Asociación de Ceramología 1.995
[10] Antonio Perla (Id)
[11] Ley del Patrimonio Histórico Español, 25 de Junio de 1985. Artículo 4º
[12] Carta Internacional para la Conservación de los Monumentos. Suscrita en Venecia en 1964. Artículo VI
Carmen Sevilla Madrid
Licenciada en Historia del Arte. Perito en Cerámica Artística.
Profesora de la Escuela Superior de Cerámica de Manises
INFORME SOBRE LA CERÁMICA DE APLICACIÓN ARQUITECTÓNICA PRESENTE EN EL BARRIO MARÍTIMO DEL CABANYAL (VALENCIA)
La Cerámica de aplicación arquitectónica ha sido una de las producciones artísticas más emblemáticas y significativas de la cultura valenciana.

Revestimiento completo de fachada
Las producciones de azulejos medievales, principalmente de Manises eran reclamadas y adornaron Palacios e Iglesias de toda Europa, gozando de un gran prestigio internacional.
Esta tradición en la producción de Cerámica Arquitectónica perdurará a lo largo de los siglos añadiéndose nuevos centros de manufactura: Valencia y Alcora en el siglo XVIII, algo más tarde Onda y Ribesalbes, y finalmente en el siglo XX la provincia de Castellón destacará como exportadora de este producto cerámico y como uno de los sectores económicos en alza.
A lo largo de estos cinco siglos de tradición continuada destacan hitos de especial trascendencia en la importancia, calidad y vanguardia de los diseños cerámicos. Uno de estos hitos acontecerá entre la segunda mitad del siglo XIX, momento en el que comienza una incipiente industrialización de los Centros Cerámicos Valencianos, y la Guerra Civil de 1936. Las cerámicas embellecerán y caracterizaran la arquitectura valenciana del momento y en especial la arquitectura del modernismo popular en el Cabanyal.
La producción de Cerámica Arquitectónica en este periodo, gozará de un auge espectacular, colocándose los centros valencianos de Manises, Onda, Castellón, Valencia y Alcora, a la cabeza de la producción española [1].
Diversos factores se conjugarán para dar lugar a una eclosión de luz y color aplicada a la arquitectura. Además de la industrialización de los procesos de producción, en estos momentos se experimenta un crecimiento demográfico importante de la población valenciana, unido a un crecimiento económico protagonizado por una burguesía ascendente que impulsará un proceso de renovación urbana y de reforma y modernización de las viviendas. Otros factores de peso serán la aparición de una corriente higienista y la de un nuevo estilo, el Modernismo.

Detalle de revestimiento completo de fachada y piezas complementarias con un diseño historicista
La primera fue una consecuencia lógica de los nuevos aires de modernidad, de la vida moderna en la que la salud y la mejora de las condiciones de vida son valores en alza. La cerámica ofrecía características acordes con estos conceptos por su capacidad de revestir y aislar al tiempo de su fácil limpieza.
Con la aparición del Modernismo asistimos a una inestimable revalorización de la cerámica arquitectónica, utilizándola con profusión como elemento definitorio de su estética.
Es por estas fechas cuando comienza el derribo de las murallas en Valencia (1865) y se aprueba el proyecto definitivo del Ensanche en 1884[2]. Comienza la renovación urbana y se construyen edificios y viviendas que responden al nuevo gusto de la época. Las nuevas arquitecturas responden a los nuevos criterios estilísticos: los historicismos y el eclecticismo. Las fábricas de cerámica valencianas producirán aplicaciones siguiendo los nuevos estilos: diseños neogóticos, neomudéjares, neorrenacentistas, de tradición popular, etc. Posteriormente llegan a Valencia los nuevos estilos europeos, primero la tendencia Art Nouveau de Bélgica y Francia y después lainfluencia de la Sezession de Viena y de la Escuela de Glasgow[3]. Bajo estas nuevas influencias se construyen edificios emblemáticos en la ciudad como la Estación del Norte (1906) de Demetri Ribes, el Mercado Central (1928) de Alejandro Soler y Francisco Guardia, y el Mercado de Colón (1914/16) de Francisco Mora. En todos ellos la cerámica proporciona carácter al edificio, define y se integra en el concepto de la arquitectura en su conjunto.
Arquitectura popular.

Revestimiento con azulejo seriado
Si volvemos la mirada hacia los Poblados Marítimos vemos como no son ajenos a todos estos acontecimientos. Será también en este periodo, desde el incendio de 1875 hasta la Guerra Civil, cuando se vayan sustituyendo la práctica totalidad de las barracas originarias por casas de obra. A este proceso de renovación urbanística se suma el hecho de que el Cabanyal se convierte en la zona de veraneo de los habitantes de la ciudad de Valencia, que se construyen casas y chalets o alquilan viviendas en la zona.
Las nuevas arquitecturas tendrán como modelos las edificaciones burguesas de la ciudad y los edificios emblemáticos que anteriormente hemos nombrado. Sin embargo no será una arquitectura culta sino una arquitectura de tipo popular en la que propietario y maestro de obras conjugan sus ideas dando como resultado peculiares, ricos y magníficos ejemplos de creación libre e ingenua.
Uno de los principales elementos definitorios de la estética del modernismo popular será la cerámica arquitectónica. “(…) esta zona adquiere una fuerte personalidad, acentuada por la aparición de una peculiar arquitectura que reinterpreta con características naif la decoración culta del modernismo y la sezession, en el peculiar tratamiento de la cerámica vidriada para la ornamentación de las fachadas.”[4] Pero la cerámica en las aplicaciones que encontramos en esta zona no es tratada como un mero elemento ornamental sino que se muestra íntimamente ligada a la arquitectura de forma que son indivisibles las partes sino se quiere desvirtuar el carácter del edificio, el concepto en su conjunto. Aparecen diseños historicistas, composiciones eclécticas, Art Nouveau, modernistas tipo Sezession, del llamado Art Decó, incluso la cerámica aparece en edificios de tipología racionalista.

Revestimiento combinado con azulejo biselado y decorado
En cuanto a la Tipología de Aplicaciones cerámicas, en el Cabanyal encontramos una amplia diversidad que abarca casi todo el abanico de posibilidades:
1. Elementos Estructurales.

Revestimiento de paños de fachada con gres porcelánico tipo Nolla
Fábrica de ladrillo. En ocasiones revestida de estuco u otro tipo de aplicaciones cerámicas, pero en otros casos encontramos una arquitectura de ladrillo cara vista que resuelve los distintos volúmenes de la fachada, el remarque de los vanos, dinteles, cornisas, guardapolvos, voladizos, etc.
2. Pavimentos.
Normalmente los pavimentos se resuelven con losetas hidráulicas que imitan los diseños cerámicos, pero también se utiliza el pavimento de mosaico cerámico en edificios con mayores presupuestos[5]. Este tipo de pavimento se componía con piezas pequeñas de diferente tamaño y geometría realizadas con gres porcelánico coloreado en masa, fabricado con monococción a 1300ºC. Este material constituía un producto a la vanguardia de las mejoras tecnológicas de la época ya que sus características técnicas permitían una gran durabilidad y resistencia. Este producto lo producía la Fábrica de Mosaico Nolla situada en Meliana, imitando los modelos de la fábrica inglesa de Maw. Las posibilidades de diseño por combinación de las teselas eran casi infinitas y los proyectos de colocación eran de tipo personalizado y dado su elevado coste en el Cabanyal lo encontramos principalmente en paños de fachada, dinteles corridos, etc.
3. Revestimientos horizontales

Sotabalcón, molduras, placas de señalización, dovela y ménsula de loza
3.1. Sotabalcones.
Los encontramos principalmente en las arquitecturas más antiguas, correspondiendo también su decoración a diseños de la segunda mitad del siglo XIX. Si bien también aparecen piezas de relieve posteriores, de una gran calidad, en arquitecturas que muestran un gusto más refinado.
3.2. Voladizos.
3.3. Alféizar
4. Revestimientos de paramentos verticales planos.
Dentro de esta categoría observamos todo tipo de aplicaciones.
4.1. Una de las mas llamativas es el revestimiento completo de fachada respondiendo a diferentes criterios según la arquitectura: como un gran telón de fondo en el que como dice Josep Boira[6] se exterioriza la vida cotidiana hacia la calle como escenario. Las combinaciones, cada una con su propia personalidad van desde los diseños más sencillos hasta las resoluciones más estudiadas
4.1.1. Revestimientos monócromos combinados con resaltes en estuco
4.1.2. Revestimientos monócromos combinados con azulejos decorados
4.1.3. Revestimientos bicromáticos sencillos o combinados
4.1.4. Revestimientos polícromos tipo mosaico
4.1.5. Revestimientos con azulejos decorados, sencillos o combinados, etc.

Arrimadero
4.2. Arrimaderos
Este tipo de aplicaciones consiste en el revestimiento a modo de zócalo de aproximadamente un metro de altura que recorre el perímetro de estancias del interior de la vivienda o las escaleras de acceso a las plantas superiores. En el Cabanyal se utilizaron profusamente ya que además de embellecer las entradas y salones de las casas, aislaban de la humedad en las plantas bajas. Como curiosidad en este barrio también los encontramos en las habitaciones y en algún caso en fachadas a la altura de la balconada. Las tipologías que encontramos son las siguientes:
4.2.1. De paño liso
4.2.2. Seriado
4.2.3. Corrido
4.2.3.1. Por repetición sencilla o en banda vertical
4.2.3.2. Por repetición compleja
4.2.3.2.1. Completa
4.2.3.2.2. Subordinada
4.2.3.2.3. Descendente
4.2.3.2.4. Ascendente
4.2.4. Combinado
4.3. En este apartado tendríamos también que incluir otro tipo de aplicaciones como los paños de fachada, líneas de imposta, frisos, hastiales, elementos de remate, marcos de vano, jambas, dovelas, aleros, etc.
5. Sistemas de cubierta
5.2. Las cubiertas son de teja árabe o planas de loseta de terracota
5.3. Aquí destacan las piezas de forma que encontramos como gárgolas, acróteras, pináculos y remates.
6. Revestimientos murales
Abundan los paneles religiosos de Vía Crucis, que marcan los pasos que forman parte de la conocida Semana Santa Marinera, la segunda fiesta popular y de tradición en Valencia, después de las Fallas. También encontramos algún panel religioso dedicados a advocaciones.
7. Sanitarios
Encontramos revestimientos de baño, algunas piezas complementarias y todavía se pueden observar sistemas de canalización realizadas en terracota.
8. Cerámicas ornamentales
De este tipo de cerámicas las que más destacan son las ménsulas, dovelas, aleros, remates, pináculos, medallones, respiraderos y cabujones.
9. Mobiliario residencial
Con respecto a estas tipologías se dispone de menos información pues todavía está en proceso de elaboración un trabajo de campo exhaustivo, pero tras las primeras prospecciones se ha verificado la presencia de bancos, fuentes, sinaís, maceteros y jardineras.
En cuanto a la tipología de piezas el Cabanyal ofrece un muestrario rico de las variedades de la época:
1. De superficie plana abundan el azulejo sencillo y el biselado en diversos formatos. Pero también encontramos tacos u olambrillas, cenefas, teselas, cintas, rodapiés y zócalos (sencillos y con bisel superior.
2. Piezas Complementarias. Completando revestimientos se utilizan piezas esquineras (cubrecanto sencillo y con ángulo, zócalos cubrecanto, y cubrecantos con ángulo) y remates (molduras planas o sencillas, baquetillas, ángulos salientes de moldura sencilla y ángulos de baquetilla.

Piezas de forma de loza y ladrillos vidriados
Si enfocamos nuestro análisis desde el punto de vista de la tecnología de producto el Cabanyal muestra piezas de terracota, mayólica, loza calcárea y gres compuesto, lo que muestra la riqueza y variedad de productos.
Analizando los procedimientos decorativos comprobamos que predomina la cerámica vidriada, al ser la más aconsejable en la época, para exteriores dada su resistencia, su falta de necesidad de mantenimiento (al contrario de lo que sucede con las superficies pintadas o encaladas) y su fácil limpieza. Pero también encontramos piezas de monococción coloreadas en masa, caladas y con relieves, así como decoraciones a Tercer Fuego de reflejo metálico (técnica heredada de la tradición musulmana, en la que Manises ha destacado desde la época medieval. Probablemente estas piezas proceden de la fábrica de La Ceramo de Benicalap o de la fábrica de Gimeno Díez de Manises que fue la que realizó las piezas con esta técnica para el Ayuntamiento y el Mercado Central de Valencia[7]).
Volviendo a las cerámicas vidriadas las encontramos con vidriados de colores planos o decoradas con diferentes técnicas:
– Pintadas a mano con pincel probablemente sobre estarcidos. Este tipo de decoración se asocia sobretodo con los revestimientos murales de tipo religioso, y las imitaciones de marmoleado.
– Pintadas por el sistema de trepas. Este procedimiento fue el inicio de una incipiente industrialización, ya que se trata de un sistema semiartesanal. Las altas cotas de calidad y perfección alcanzadas por las fábricas valencianas en este tipo de decoración quedan patentes en el amplísimo muestrario que encontramos en los poblados marítimos y serán junto con el mosaico y los dameros las técnicas decorativas cerámicas que caracterizarán el denominado modernismo popular valenciano.

Piezas de superficie plana y complementarias
– Estampaciones, que parecen realizadas con la técnica desarrollada por la Fábrica de Pickman (la Cartuja de Sevilla), con prensas de vapor.
– Estampaciones serigráficas.
– Decoradas con entubado, este tipo de producto por su complejidad y materiales no lo manufacturaban todas las fábricas, constituía un producto de vanguardia especialmente valorado.
– Azulejos arista, técnica con la que sucedía lo mismo que con la anterior.
Si nos atenemos a las composiciones ornamentales, encontramos un muestrario amplísimo: composiciones lineales o de bandas, sembrados, cuadriculados sencillos, rombolidales, sinusoides u ortogonales, dameros, composiciones radiales, etc.
Conclusiones finales.
El conjunto del Cabanyal-Canyamelar-Cap de França es un todo unitario a nivel urbanístico y arquitectónico con unas peculiaridades únicas por las que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1.993. La arquitectura de tipo popular que lo caracteriza muestra unas tipologías irrepetibles en las que la cerámica es un elemento característico y como se puede concluir de lo expuesto anteriormente, de una riqueza casi inabarcable tanto por la personalidad y peculiaridad de las composiciones como por la variedad de estilos, motivos ornamentales y características técnicas de producto.
Constituye una colección de las producciones cerámicas valencianas de finales del siglo XIX hasta la Guerra Civil española, digna de catalogarse como un museo al aire libre. La Comunidad Valenciana tiene entre sus principales ingresos los derivados del turismo y dentro de este sector destaca cada vez más el llamado turismo cultural frente al turismo de puro entretenimiento y descanso. La sociedad se interesa más que nunca por el patrimonio histórico y disfrutar de él es uno de sus objetivos para su tiempo libre. Acorde con este espíritu dentro de la disciplina de la Museología surge un proyecto llamado Museo sin Fronteras, original apuesta experimentada primero en Austria, con excelentes resultados y después en Alemania e Italia, que “consiste en aplicar técnicas museológicas al territorio, a objetos y lugares que no pueden encerrarse ni transportarse y que es necesario ir a ver en su contexto originario: proponer el territorio escogido como una sala de exposición a cielo abierto”[8]. España desde 1995 participa en esta cooperación cultural con dos itinerarios. Después de un verdadero y serio plan de conservación y rehabilitación (en los casos necesarios) el Cabanyal-Canyamelar-Cap de França podría constituir un itinerario nuevo de Museo sin Fronteras , puesto que en lo que respecta a cerámica arquitectónica se le puede calificar actualmente de museo al aire libre.
Diversas instituciones y entidades han manifestado la importancia de medidas especiales de conservación y estudio de estas producciones ya que como dice Antonio Perca al respecto “los casos más significativos de la pérdida de una parte de nuestra identidad, sean los que se refieren a esa faceta del desarrollo urbano más cotidiano, en forma de viviendas de carácter menos ostentoso (…). Manifestaciones expuestas en un mayor grado a la incomprensión, a la falta de sensibilidad”. “Demasiado comunes son argumentos tales , y tan peregrinos en la mayoría de los casos, como la escasa significación histórico-artística de las composiciones, el escaso valor preferentemente cuando de elementos industriales se trata, … el no estar acordes con los nuevos usos, etc., etc. Unos argumentos que la mayoría de las veces no son sino la máscara del desconocimiento y de la falta de sensibilidad hacia el pasado”.[9]
Las medidas de protección y conservación son urgentes, la Cerámica de Aplicación Arquitectónica que luce y personaliza al Cabanyal constituye una manifestación artística única dentro del Arte, la Cultura y la Historia del pueblo valenciano, que ha tenido en la cerámica uno de los testimonios más representativos de su cultura a lo largo de la historia (como se resumió en la introducción). Su destrucción sería una pérdida artística y cultural irreparable y no sólo eso sino que además con ella desaparecería una de las principales fuentes documentales para reconstruir la historia y cronología de las fábricas valencianas que dieron origen al peculiar modernismo valenciano, y de fuente de información sobre procesos relativos a la Historia de la Cerámica y del Diseño.
“ Destruir o eliminar no sólo es el resultado de una acción negativa, sino también el de la omisión y falta de acciones para evitar la destrucción”[10]
“… se entiende por expoliación toda acción u omisión que ponga en peligro de pérdida o destrucción todos o algunos de los valores de los bienes que integran el Patrimonio Histórico Español”[11]
“La noción de monumento histórico comprende tanto la creación arquitectónica aislada, como el ambiente urbano o paisajístico que constituya el testimonio de una civilización particular, de una evolución significativa o de un acontecimiento histórico. Esta noción se aplica no sólo a las grandes obras, sino también a las obras modestas que con el tiempo hayan adquirido un carácter cultural.”[12]
La Cerámica Arquitectónica del Cabanyal que algunos podrían calificar de manifestación artística modesta contemplada aisladamente, es innegable que en conjunto adquiere una calificación de importante, calificación que fue refrendada con la declaración de este conjunto como, B.I.C. en 1993, entre otras cosas por el desarrollo de una arquitectura popular de clara raigambre eclecticista. El conjunto de cerámica existente en el Cabanyal-Canyamelar-Cap de França constituye una colección de cerámica valenciana de finales del XIX y primera mitad del XX única en Europa, tanto por sus características anteriormente resumidas, como por la densidad de su presencia. La descatalogación de 363 edificios que representan un 47% del total de protegidos, el derribo de más de 1.600 viviendas y la sustitución por nuevas edificaciones de arquitectura extraña para este barrio, formando una barrera entre los restos de cerámica que quedaran, implicaría una destrucción del conjunto que hoy forma la cerámica existente, con pérdida irreparable de los valores que representa este conjunto.
Carmen Sevilla Madrid. Licenciada en Historia del Arte.
Perito en Cerámica Artística. Profesora de la Escuela Superior de Cerámica de Manises.
[1] J. Pérez Camps y R. Requena Díez Taulells de Manises 1.900-1936 Ayuntamiento de Manises y Museo de Cerámica de Manises 1987
[2]D. Benito Goerlich La Arquitectura del Eclecticismo en Valencia Ayuntamiento de Valencia 1983
[3] C. Gracia Història de l’Art Valencià Edicions Alfons el Magnànim 1995
[4] C. Gracia
[5] R. Pastor Vila Análisis y recopilación tipológica de vivienda en el Cabanyal-Canyamelar: 1900-1936 Master Técnicas de intervención en el Patrimonio Arquitectónico. Universidad Politécnica de Valencia 1995
[6] Josep V. Boira Maiques Valencia Barrio a Barrio. El Cabanyal-Canyamelar. Ayuntamiento de Valencia 1987
[7] J. Pérez Camps y R. Requena Díez
[8] Luca de Tena, Consuelo. “Museo sin Fronteras” Descubrir el Arte Año III nº25. Marzo 2001Alianza Ediciones. Madrid
[9] Antonio Perla Principios y Criterios para la Restauración de la Cerámica Aplicada a la Arquitectura. Ponencia del Seminario Rehabilitación de la Azulejería en la Arquitectura celebrado en Valencia en Noviembre de 1.993. Asociación de Ceramología 1.995
[10] Antonio Perla (Id)
[11] Ley del Patrimonio Histórico Español, 25 de Junio de 1985. Artículo 4º
[12] Carta Internacional para la Conservación de los Monumentos. Suscrita en Venecia en 1964. Artículo VI
Carmen Sevilla Madrid
Licenciada en Historia del Arte. Perito en Cerámica Artística.
Profesora de la Escuela Superior de Cerámica de Manises
INFORME SOBRE LA CERÁMICA DE APLICACIÓN ARQUITECTÓNICA PRESENTE EN EL BARRIO MARÍTIMO DEL CABANYAL (VALENCIA)
La Cerámica de aplicación arquitectónica ha sido una de las producciones artísticas más emblemáticas y significativas de la cultura valenciana.

Revestimiento completo de fachada
Las producciones de azulejos medievales, principalmente de Manises eran reclamadas y adornaron Palacios e Iglesias de toda Europa, gozando de un gran prestigio internacional.
Esta tradición en la producción de Cerámica Arquitectónica perdurará a lo largo de los siglos añadiéndose nuevos centros de manufactura: Valencia y Alcora en el siglo XVIII, algo más tarde Onda y Ribesalbes, y finalmente en el siglo XX la provincia de Castellón destacará como exportadora de este producto cerámico y como uno de los sectores económicos en alza.
A lo largo de estos cinco siglos de tradición continuada destacan hitos de especial trascendencia en la importancia, calidad y vanguardia de los diseños cerámicos. Uno de estos hitos acontecerá entre la segunda mitad del siglo XIX, momento en el que comienza una incipiente industrialización de los Centros Cerámicos Valencianos, y la Guerra Civil de 1936. Las cerámicas embellecerán y caracterizaran la arquitectura valenciana del momento y en especial la arquitectura del modernismo popular en el Cabanyal.
La producción de Cerámica Arquitectónica en este periodo, gozará de un auge espectacular, colocándose los centros valencianos de Manises, Onda, Castellón, Valencia y Alcora, a la cabeza de la producción española [1].
Diversos factores se conjugarán para dar lugar a una eclosión de luz y color aplicada a la arquitectura. Además de la industrialización de los procesos de producción, en estos momentos se experimenta un crecimiento demográfico importante de la población valenciana, unido a un crecimiento económico protagonizado por una burguesía ascendente que impulsará un proceso de renovación urbana y de reforma y modernización de las viviendas. Otros factores de peso serán la aparición de una corriente higienista y la de un nuevo estilo, el Modernismo.

Detalle de revestimiento completo de fachada y piezas complementarias con un diseño historicista
La primera fue una consecuencia lógica de los nuevos aires de modernidad, de la vida moderna en la que la salud y la mejora de las condiciones de vida son valores en alza. La cerámica ofrecía características acordes con estos conceptos por su capacidad de revestir y aislar al tiempo de su fácil limpieza.
Con la aparición del Modernismo asistimos a una inestimable revalorización de la cerámica arquitectónica, utilizándola con profusión como elemento definitorio de su estética.
Es por estas fechas cuando comienza el derribo de las murallas en Valencia (1865) y se aprueba el proyecto definitivo del Ensanche en 1884[2]. Comienza la renovación urbana y se construyen edificios y viviendas que responden al nuevo gusto de la época. Las nuevas arquitecturas responden a los nuevos criterios estilísticos: los historicismos y el eclecticismo. Las fábricas de cerámica valencianas producirán aplicaciones siguiendo los nuevos estilos: diseños neogóticos, neomudéjares, neorrenacentistas, de tradición popular, etc. Posteriormente llegan a Valencia los nuevos estilos europeos, primero la tendencia Art Nouveau de Bélgica y Francia y después lainfluencia de la Sezession de Viena y de la Escuela de Glasgow[3]. Bajo estas nuevas influencias se construyen edificios emblemáticos en la ciudad como la Estación del Norte (1906) de Demetri Ribes, el Mercado Central (1928) de Alejandro Soler y Francisco Guardia, y el Mercado de Colón (1914/16) de Francisco Mora. En todos ellos la cerámica proporciona carácter al edificio, define y se integra en el concepto de la arquitectura en su conjunto.
Arquitectura popular.

Revestimiento con azulejo seriado
Si volvemos la mirada hacia los Poblados Marítimos vemos como no son ajenos a todos estos acontecimientos. Será también en este periodo, desde el incendio de 1875 hasta la Guerra Civil, cuando se vayan sustituyendo la práctica totalidad de las barracas originarias por casas de obra. A este proceso de renovación urbanística se suma el hecho de que el Cabanyal se convierte en la zona de veraneo de los habitantes de la ciudad de Valencia, que se construyen casas y chalets o alquilan viviendas en la zona.
Las nuevas arquitecturas tendrán como modelos las edificaciones burguesas de la ciudad y los edificios emblemáticos que anteriormente hemos nombrado. Sin embargo no será una arquitectura culta sino una arquitectura de tipo popular en la que propietario y maestro de obras conjugan sus ideas dando como resultado peculiares, ricos y magníficos ejemplos de creación libre e ingenua.
Uno de los principales elementos definitorios de la estética del modernismo popular será la cerámica arquitectónica. “(…) esta zona adquiere una fuerte personalidad, acentuada por la aparición de una peculiar arquitectura que reinterpreta con características naif la decoración culta del modernismo y la sezession, en el peculiar tratamiento de la cerámica vidriada para la ornamentación de las fachadas.”[4] Pero la cerámica en las aplicaciones que encontramos en esta zona no es tratada como un mero elemento ornamental sino que se muestra íntimamente ligada a la arquitectura de forma que son indivisibles las partes sino se quiere desvirtuar el carácter del edificio, el concepto en su conjunto. Aparecen diseños historicistas, composiciones eclécticas, Art Nouveau, modernistas tipo Sezession, del llamado Art Decó, incluso la cerámica aparece en edificios de tipología racionalista.

Revestimiento combinado con azulejo biselado y decorado
En cuanto a la Tipología de Aplicaciones cerámicas, en el Cabanyal encontramos una amplia diversidad que abarca casi todo el abanico de posibilidades:
1. Elementos Estructurales.

Revestimiento de paños de fachada con gres porcelánico tipo Nolla
Fábrica de ladrillo. En ocasiones revestida de estuco u otro tipo de aplicaciones cerámicas, pero en otros casos encontramos una arquitectura de ladrillo cara vista que resuelve los distintos volúmenes de la fachada, el remarque de los vanos, dinteles, cornisas, guardapolvos, voladizos, etc.
2. Pavimentos.
Normalmente los pavimentos se resuelven con losetas hidráulicas que imitan los diseños cerámicos, pero también se utiliza el pavimento de mosaico cerámico en edificios con mayores presupuestos[5]. Este tipo de pavimento se componía con piezas pequeñas de diferente tamaño y geometría realizadas con gres porcelánico coloreado en masa, fabricado con monococción a 1300ºC. Este material constituía un producto a la vanguardia de las mejoras tecnológicas de la época ya que sus características técnicas permitían una gran durabilidad y resistencia. Este producto lo producía la Fábrica de Mosaico Nolla situada en Meliana, imitando los modelos de la fábrica inglesa de Maw. Las posibilidades de diseño por combinación de las teselas eran casi infinitas y los proyectos de colocación eran de tipo personalizado y dado su elevado coste en el Cabanyal lo encontramos principalmente en paños de fachada, dinteles corridos, etc.
3. Revestimientos horizontales

Sotabalcón, molduras, placas de señalización, dovela y ménsula de loza
3.1. Sotabalcones.
Los encontramos principalmente en las arquitecturas más antiguas, correspondiendo también su decoración a diseños de la segunda mitad del siglo XIX. Si bien también aparecen piezas de relieve posteriores, de una gran calidad, en arquitecturas que muestran un gusto más refinado.
3.2. Voladizos.
3.3. Alféizar
4. Revestimientos de paramentos verticales planos.
Dentro de esta categoría observamos todo tipo de aplicaciones.
4.1. Una de las mas llamativas es el revestimiento completo de fachada respondiendo a diferentes criterios según la arquitectura: como un gran telón de fondo en el que como dice Josep Boira[6] se exterioriza la vida cotidiana hacia la calle como escenario. Las combinaciones, cada una con su propia personalidad van desde los diseños más sencillos hasta las resoluciones más estudiadas
4.1.1. Revestimientos monócromos combinados con resaltes en estuco
4.1.2. Revestimientos monócromos combinados con azulejos decorados
4.1.3. Revestimientos bicromáticos sencillos o combinados
4.1.4. Revestimientos polícromos tipo mosaico
4.1.5. Revestimientos con azulejos decorados, sencillos o combinados, etc.

Arrimadero
4.2. Arrimaderos
Este tipo de aplicaciones consiste en el revestimiento a modo de zócalo de aproximadamente un metro de altura que recorre el perímetro de estancias del interior de la vivienda o las escaleras de acceso a las plantas superiores. En el Cabanyal se utilizaron profusamente ya que además de embellecer las entradas y salones de las casas, aislaban de la humedad en las plantas bajas. Como curiosidad en este barrio también los encontramos en las habitaciones y en algún caso en fachadas a la altura de la balconada. Las tipologías que encontramos son las siguientes:
4.2.1. De paño liso
4.2.2. Seriado
4.2.3. Corrido
4.2.3.1. Por repetición sencilla o en banda vertical
4.2.3.2. Por repetición compleja
4.2.3.2.1. Completa
4.2.3.2.2. Subordinada
4.2.3.2.3. Descendente
4.2.3.2.4. Ascendente
4.2.4. Combinado
4.3. En este apartado tendríamos también que incluir otro tipo de aplicaciones como los paños de fachada, líneas de imposta, frisos, hastiales, elementos de remate, marcos de vano, jambas, dovelas, aleros, etc.
5. Sistemas de cubierta
5.2. Las cubiertas son de teja árabe o planas de loseta de terracota
5.3. Aquí destacan las piezas de forma que encontramos como gárgolas, acróteras, pináculos y remates.
6. Revestimientos murales
Abundan los paneles religiosos de Vía Crucis, que marcan los pasos que forman parte de la conocida Semana Santa Marinera, la segunda fiesta popular y de tradición en Valencia, después de las Fallas. También encontramos algún panel religioso dedicados a advocaciones.
7. Sanitarios
Encontramos revestimientos de baño, algunas piezas complementarias y todavía se pueden observar sistemas de canalización realizadas en terracota.
8. Cerámicas ornamentales
De este tipo de cerámicas las que más destacan son las ménsulas, dovelas, aleros, remates, pináculos, medallones, respiraderos y cabujones.
9. Mobiliario residencial
Con respecto a estas tipologías se dispone de menos información pues todavía está en proceso de elaboración un trabajo de campo exhaustivo, pero tras las primeras prospecciones se ha verificado la presencia de bancos, fuentes, sinaís, maceteros y jardineras.
En cuanto a la tipología de piezas el Cabanyal ofrece un muestrario rico de las variedades de la época:
1. De superficie plana abundan el azulejo sencillo y el biselado en diversos formatos. Pero también encontramos tacos u olambrillas, cenefas, teselas, cintas, rodapiés y zócalos (sencillos y con bisel superior.
2. Piezas Complementarias. Completando revestimientos se utilizan piezas esquineras (cubrecanto sencillo y con ángulo, zócalos cubrecanto, y cubrecantos con ángulo) y remates (molduras planas o sencillas, baquetillas, ángulos salientes de moldura sencilla y ángulos de baquetilla.

Piezas de forma de loza y ladrillos vidriados
Si enfocamos nuestro análisis desde el punto de vista de la tecnología de producto el Cabanyal muestra piezas de terracota, mayólica, loza calcárea y gres compuesto, lo que muestra la riqueza y variedad de productos.
Analizando los procedimientos decorativos comprobamos que predomina la cerámica vidriada, al ser la más aconsejable en la época, para exteriores dada su resistencia, su falta de necesidad de mantenimiento (al contrario de lo que sucede con las superficies pintadas o encaladas) y su fácil limpieza. Pero también encontramos piezas de monococción coloreadas en masa, caladas y con relieves, así como decoraciones a Tercer Fuego de reflejo metálico (técnica heredada de la tradición musulmana, en la que Manises ha destacado desde la época medieval. Probablemente estas piezas proceden de la fábrica de La Ceramo de Benicalap o de la fábrica de Gimeno Díez de Manises que fue la que realizó las piezas con esta técnica para el Ayuntamiento y el Mercado Central de Valencia[7]).
Volviendo a las cerámicas vidriadas las encontramos con vidriados de colores planos o decoradas con diferentes técnicas:
– Pintadas a mano con pincel probablemente sobre estarcidos. Este tipo de decoración se asocia sobretodo con los revestimientos murales de tipo religioso, y las imitaciones de marmoleado.
– Pintadas por el sistema de trepas. Este procedimiento fue el inicio de una incipiente industrialización, ya que se trata de un sistema semiartesanal. Las altas cotas de calidad y perfección alcanzadas por las fábricas valencianas en este tipo de decoración quedan patentes en el amplísimo muestrario que encontramos en los poblados marítimos y serán junto con el mosaico y los dameros las técnicas decorativas cerámicas que caracterizarán el denominado modernismo popular valenciano.

Piezas de superficie plana y complementarias
– Estampaciones, que parecen realizadas con la técnica desarrollada por la Fábrica de Pickman (la Cartuja de Sevilla), con prensas de vapor.
– Estampaciones serigráficas.
– Decoradas con entubado, este tipo de producto por su complejidad y materiales no lo manufacturaban todas las fábricas, constituía un producto de vanguardia especialmente valorado.
– Azulejos arista, técnica con la que sucedía lo mismo que con la anterior.
Si nos atenemos a las composiciones ornamentales, encontramos un muestrario amplísimo: composiciones lineales o de bandas, sembrados, cuadriculados sencillos, rombolidales, sinusoides u ortogonales, dameros, composiciones radiales, etc.
Conclusiones finales.
El conjunto del Cabanyal-Canyamelar-Cap de França es un todo unitario a nivel urbanístico y arquitectónico con unas peculiaridades únicas por las que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1.993. La arquitectura de tipo popular que lo caracteriza muestra unas tipologías irrepetibles en las que la cerámica es un elemento característico y como se puede concluir de lo expuesto anteriormente, de una riqueza casi inabarcable tanto por la personalidad y peculiaridad de las composiciones como por la variedad de estilos, motivos ornamentales y características técnicas de producto.
Constituye una colección de las producciones cerámicas valencianas de finales del siglo XIX hasta la Guerra Civil española, digna de catalogarse como un museo al aire libre. La Comunidad Valenciana tiene entre sus principales ingresos los derivados del turismo y dentro de este sector destaca cada vez más el llamado turismo cultural frente al turismo de puro entretenimiento y descanso. La sociedad se interesa más que nunca por el patrimonio histórico y disfrutar de él es uno de sus objetivos para su tiempo libre. Acorde con este espíritu dentro de la disciplina de la Museología surge un proyecto llamado Museo sin Fronteras, original apuesta experimentada primero en Austria, con excelentes resultados y después en Alemania e Italia, que “consiste en aplicar técnicas museológicas al territorio, a objetos y lugares que no pueden encerrarse ni transportarse y que es necesario ir a ver en su contexto originario: proponer el territorio escogido como una sala de exposición a cielo abierto”[8]. España desde 1995 participa en esta cooperación cultural con dos itinerarios. Después de un verdadero y serio plan de conservación y rehabilitación (en los casos necesarios) el Cabanyal-Canyamelar-Cap de França podría constituir un itinerario nuevo de Museo sin Fronteras , puesto que en lo que respecta a cerámica arquitectónica se le puede calificar actualmente de museo al aire libre.
Diversas instituciones y entidades han manifestado la importancia de medidas especiales de conservación y estudio de estas producciones ya que como dice Antonio Perca al respecto “los casos más significativos de la pérdida de una parte de nuestra identidad, sean los que se refieren a esa faceta del desarrollo urbano más cotidiano, en forma de viviendas de carácter menos ostentoso (…). Manifestaciones expuestas en un mayor grado a la incomprensión, a la falta de sensibilidad”. “Demasiado comunes son argumentos tales , y tan peregrinos en la mayoría de los casos, como la escasa significación histórico-artística de las composiciones, el escaso valor preferentemente cuando de elementos industriales se trata, … el no estar acordes con los nuevos usos, etc., etc. Unos argumentos que la mayoría de las veces no son sino la máscara del desconocimiento y de la falta de sensibilidad hacia el pasado”.[9]
Las medidas de protección y conservación son urgentes, la Cerámica de Aplicación Arquitectónica que luce y personaliza al Cabanyal constituye una manifestación artística única dentro del Arte, la Cultura y la Historia del pueblo valenciano, que ha tenido en la cerámica uno de los testimonios más representativos de su cultura a lo largo de la historia (como se resumió en la introducción). Su destrucción sería una pérdida artística y cultural irreparable y no sólo eso sino que además con ella desaparecería una de las principales fuentes documentales para reconstruir la historia y cronología de las fábricas valencianas que dieron origen al peculiar modernismo valenciano, y de fuente de información sobre procesos relativos a la Historia de la Cerámica y del Diseño.
“ Destruir o eliminar no sólo es el resultado de una acción negativa, sino también el de la omisión y falta de acciones para evitar la destrucción”[10]
“… se entiende por expoliación toda acción u omisión que ponga en peligro de pérdida o destrucción todos o algunos de los valores de los bienes que integran el Patrimonio Histórico Español”[11]
“La noción de monumento histórico comprende tanto la creación arquitectónica aislada, como el ambiente urbano o paisajístico que constituya el testimonio de una civilización particular, de una evolución significativa o de un acontecimiento histórico. Esta noción se aplica no sólo a las grandes obras, sino también a las obras modestas que con el tiempo hayan adquirido un carácter cultural.”[12]
La Cerámica Arquitectónica del Cabanyal que algunos podrían calificar de manifestación artística modesta contemplada aisladamente, es innegable que en conjunto adquiere una calificación de importante, calificación que fue refrendada con la declaración de este conjunto como, B.I.C. en 1993, entre otras cosas por el desarrollo de una arquitectura popular de clara raigambre eclecticista. El conjunto de cerámica existente en el Cabanyal-Canyamelar-Cap de França constituye una colección de cerámica valenciana de finales del XIX y primera mitad del XX única en Europa, tanto por sus características anteriormente resumidas, como por la densidad de su presencia. La descatalogación de 363 edificios que representan un 47% del total de protegidos, el derribo de más de 1.600 viviendas y la sustitución por nuevas edificaciones de arquitectura extraña para este barrio, formando una barrera entre los restos de cerámica que quedaran, implicaría una destrucción del conjunto que hoy forma la cerámica existente, con pérdida irreparable de los valores que representa este conjunto.
Carmen Sevilla Madrid. Licenciada en Historia del Arte.
Perito en Cerámica Artística. Profesora de la Escuela Superior de Cerámica de Manises.
[1] J. Pérez Camps y R. Requena Díez Taulells de Manises 1.900-1936 Ayuntamiento de Manises y Museo de Cerámica de Manises 1987
[2]D. Benito Goerlich La Arquitectura del Eclecticismo en Valencia Ayuntamiento de Valencia 1983
[3] C. Gracia Història de l’Art Valencià Edicions Alfons el Magnànim 1995
[4] C. Gracia
[5] R. Pastor Vila Análisis y recopilación tipológica de vivienda en el Cabanyal-Canyamelar: 1900-1936 Master Técnicas de intervención en el Patrimonio Arquitectónico. Universidad Politécnica de Valencia 1995
Leave a Comment