Vte.Gallart, MªAng y RosaMª Pastor La prolongación de Blasco Ibáñez. Levante-emv. 11/08/1998
La prolongación de Blasco Ibáñez
CONSCIENTES de que se ha perdido una batalla, pero con la sensación de que la guerra aún no ha terminado, queremos sumarnos al coro de voces que se está levantando en Valencia en torno al polémico tema de la prolongación del paseo Blasco Ibáñez a través del conjunto histórico protegido del Cabanyal-Canyamelar.
11/08/1998 Levante-emv Vte.Gallart, MªAng y RosaMª Pastor La prolongación de Blasco Ibáñez
Vicente Gallart, Mª Ángeles Pastor y Rosa Mª Pastor *
La prolongación de Blasco Ibáñez
CONSCIENTES de que se ha perdido una batalla, pero con la sensación de que la guerra aún no ha terminado, queremos sumarnos al coro de voces que se está levantando en Valencia en torno al polémico tema de la prolongación del paseo Blasco Ibáñez a través del conjunto histórico protegido del Cabanyal-Canyamelar. Nuestra doble condición de arquitectos y vecinos de este barrio nos obliga a tener que tomar partido.
¿Para qué va a servir la prolongación del paseo Blasco Ibáñez?
En el análisis que se realizaba en la Memoria que acompañaba a los planos del Avance de Planeamiento que nos presentó el ayuntamiento, y que se supone debía servir para argumentar los aspectos positivos y negativos que podían tener las tres opciones que se nos planteaban en aras de la regeneración y revitalización del Cabanyal-Canyamelar, no aparecía ni una sola línea que sirviera para justificar la decisión finalmente adoptada de prolongar el paseo.
En la discusión que se realizó en el pleno del ayuntamiento del día 24 de julio, previa a la aprobación, en la que, con excepción del PP, el resto de partidos políticos de la oposición argumentaron los problemas que percibían en la prolongación y la falta de justificación que veían, los concejales del PP tan sólo aportaron un argumento: «que había llegado el momento de que Valencia aprobara una asignatura pendiente que tenía suspendida desde hacía 100 años».
Como puede verse, el subconsciente les traicionó, pues, para un argumento que utilizan, para nada se habla en él de la regeneración y revitalización del CabanyalCanyamelar, que desde luego no tiene asignaturas pendientes desde hace tanto tiempo y tendría menos problemas en este momento si no hubiera estado pesando
sobre él durante tanto tiempo la sombra de la avenida que lo ha convertido como en una estatua de sal dejando que el paso del tiempo lo vaya consumiendo.
Hay que suponer que la asignatura pendiente a la que se referían deben ser la tan ansiada últimamente apertura de Valencia al mar. Pues bien, terminen ustedes todas las avenidas que tienen en marcha y por finalizar (Naranjos, Francia, Alameda) y emprendan de una vez por todas el cien veces ya vendido proyecto del Balcón al Mar. Todo esto junto a la también anunciada remodelación de las avenidas del Puerto y Baleares, dejándolas cada una de ellas en un único sentido de circulación, parece ser suficiente para satisfacer tanta ansiedad. Déjense ustedes de dar pinceladas sueltas (que si piscinas de agua salada por aquí, que si acceso norte al puerto por allá) y muestren cuál es el proyecto global que tienen pensado para el litoral de esta ciudad.
Este barrio no necesita imperiosamente de ninguna prolongación para su salvación. Lo que necesita son inversiones y equipamientos de barrio y de ciudad y un buen plan de rehabilitación de su patrimonio arquitectónico, que se proponga para aprovechar su posición estratégica y privilegiada dentro de la ciudad, potenciando lo que ya tiene, su proximidad al mar, la baja densidad de la edificación, nuestras tradiciones y esa forma de vivir que siempre han tenido los que aquí hemos nacido, que nos ha hecho sentirnos diferentes y orgullosos. Es nuestra identidad lo que creemos que está en peligro y por esto creemos que vale la pena gastar algunas energías más.
Los mejor intencionados defensores de la prolongación de Blasco Ibáñez argumentan, aunque un poco a escondidas, que acabaría con la ocupación ilegal de viviendas. Hay que decir claramente que éste es un argumento poco meditado, ya que a poco que se reflexione, se puede ver que aquí pueden ocurrir dos cosas, o que la demolición afecta a todo el barrio o que lo único que sucederá es que los actuales ocupas de las viviendas vacías que existen en la zona de la prolongación, pasarán a ocupar, por el mismo precio, otras viviendas situadas en las dos bolsas laterales y residuales en que quedará convertido este barrio, lo cual cada vez iría llenando más de argumentos para una demolición total del barrio y su sustitución
por otro, seguro que más moderno, pero no sería el nuestro, nos lo quitaría de las manos la especulación. Para acabar con las ocupaciones ilegales y el estado de abandono de algunas viviendas, suponemos que el ayuntamiento tendrá mejores ideas que abrir un tajo de 133 metros que esperemos no lleguemos a ver qué inconfesables intenciones esconde detrás.
¿Con qué consenso está dispuesto el ayuntamiento a llevar el proyecto adelante?
La respuesta a esta pregunta también la conocemos en este momento. Se bastan con los votos de los concejales del PP para seguir adelante. No sirve de nada que en la propia Memoria del Avance del Plan, los propios arquitectos redactores del mismo afirmen textualmente que: «La envergadura física y socioeconómica de la intervención y las dificultades de gestión que comporta implica plazos de ejecución prolongados para lo cual sería deseable un consenso muy amplio.»
No ha sido suficiente la presentación de las cerca de 4.000 alegaciones presentadas por los vecinos (Társilo Piles recordó en el pleno que cuando se redactó el Plan General que afectaba a toda la ciudad, tan sólo se presentaron 600 alegaciones) para que el ayuntamiento recapacitara. Tampoco la opinión en contra de la Federación de Asociaciones de Vecinos de esta ciudad. Por supuesto, tampoco el voto en contra de todos los grupos políticos de la oposición (hay que recordarles aquello del rodillo). Les bastó un solo argumento para rebatir todo esto: «Que la prolongación del paseo Blasco Ibáñez formaba parte de su programa electoral cuando se presentaron a las últimas elecciones municipales, que por cierto ganaron con mayoría absoluta».
¿Cuál es nuestra propuesta?
Varias voces se han alzado en los últimos tiempos, a las cuales nos sumamos, apuntando en la misma dirección: ¿No se podría haber alcanzado mayor consenso con la propuesta que planteaba la terminación del paseo en una plaza, sobre la que se podría haber negociado un trazado a modo de rótula de articulación, que sirviera al mismo tiempo para dar por finalizado el paseo y situar
en ella un equipamiento de barrio y de ciudad, que sirviera como foco de revitalización dentro del barrio?
Arquitectos como Joaquín Arnau, Vicente Colomer, José Luis Ros y Gustavo Vivas, entre otros, que se han planteado este problema, han llegado a esta misma conclusión como solución que hace más compatible la finalización del paseo Blasco Ibáñez y la recuperación del Cabanyal-Canyamelar y así lo han expuesto en las distintas mesas redondas celebradas en Colegio de Arquitectos.
En una alegación presentada por la Demarcación de Valencia del Colegio de Arquitectos al Avance del Plan, cuando trata de analizar las distintas propuestas presentadas por el ayuntamiento, cuando se refiere a la denominada Alternativa nº 3, la que finalizaba el paseo con una plaza en el encuentro con el bulevar de Serrería, dice textualmente lo siguiente:
En esta solución se produce la rehabilitación del bario del CabanyalCanyamelar, desde sí mismo y no mediante la prolongación del eje de Blasco Ibáñez.
— Con esta solución se da respuesta al problema que se plantea en cuanto a la culminación de un eje viario de gran importancia dentro de esta ciudad. El eje necesita un final a la escala de su traza, que bien puede ser la gran plaza que esta alternativa presenta, teniendo en cuenta además que hoy en día el fin que se le suponía de conexión de la ciudad con el mar puede resolverse con otros elementos varios de la ciudad, que son capaces de realizarlo sin pagar un alto coste por ello como es el hecho de atravesar el barrio (el río puede llegar al mar, la avenida de los Naranjos, la Alameda, etcétera).
— Sin embargo se quiere señalar que quizá en esta solución más que en las otras, se aprecia la falta de profundización en el detalle o definición de la edificación que configura esta plaza, aun cuando nos encontramos en una fase preliminar del Planeamiento, teniendo en cuenta que: en entornos tan singulares, el planeamiento debería avanzar hacia un documento más estricto con aproximaciones a un planproyecto, con el cual se concretaba la configuración final y permitiría evaluar y verificar la solución adoptada. Por lo
menos, se pretende hacer hincapié en que esto se tenga en cuenta en fases posteriores del desarrollo del documento.
—También queremos señalar que se debería aprovechar más la conexión que permite esta gran plaza y la disposición de la edificación que la configura, tanto como final del eje de Blasco Ibáñez, como de conexión con el barrio del Cabanyal, potenciando esta última y reforzando mucho más los ejes por los que se produce la continuidad.
Ésta es la opinión oficial que le merece al Colegio de Arquitectos la opción de finalizar con una plaza en el cruce con Serrería. De la lectura completa del documento se puede desprender que no se pretende defender una solución frente a las otras, como alguna opinión interesada ha sugerido, sino más bien dar argumentos técnicos a favor y en contra de las tres. No vamos a reproducir aquí el texto íntegro de la alegación, debido a su extensión y porque no es el propósito de este documento.
Únicamente queremos añadir que suscribimos íntegramente las opiniones aquí expuestas de los profesionales citados y agradecemos su colaboración en este sentido, en un tema sobre el que pesan tantas sombras.
* Arquitectos.
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